La nutrióloga Ana Riga hace hincapié en que no todas las dietas son universales, sin embargo hay elementos que se necesitan sí o sí, de eso se tratan los minerales. Estos desempeñan roles esenciales en diversos aspectos de la salud; desde la estructura ósea hasta la función de los sistemas nervioso y muscular. Sin embargo, su importancia se extiende aún más lejos, alcanzando el corazón mismo de nuestro sistema inmunológico.
En un artículo de Christopher Weyh del Instituto de Ciencias del Deporte para la Universidad de Giessen, describe cómo los minerales impactan en el funcionamiento óptimo del sistema inmunológico. Señala que varios como el magnesio, zinc, cobre, hierro y selenio, son esenciales para el desempeño idóneo de las defensas inmunológicas y la regulación de la inflamación.
El sistema inmunológico es una red compleja de células, tejidos y órganos que trabajan juntos para defender al cuerpo contra las amenazas externas, como las infecciones. Los minerales ayudan a mantener la competencia inmunológica y la respuesta adecuada a los patógenos invasores.
Uno de los aspectos más destacados en el estudio es que, si bien la mayoría de las personas pueden obtener suficientes minerales a través de una dieta equilibrada, existen grupos de riesgo que pueden estar en mayor riesgo de deficiencias. Esto incluye a personas con enfermedades crónicas, adultos mayores, mujeres embarazadas y deportistas.
Por ello, tener una alimentación adecuada no es cualquier cosa, Ana Riga expresa que “Lo que funciona para una persona puede no ser adecuado para otra. Es fundamental considerar factores como el género, la edad, el nivel de actividad física, el contexto socioeconómico y cultural al diseñar un plan dietético. No se trata solo de lo que comemos, sino también de cómo vivimos y qué alimentos están disponibles en nuestro entorno.”
Asimismo es importante identificar que una deficiencia de minerales puede tener consecuencias significativas para la salud, por lo tanto, hay que buscar orientación médica y nutricional para garantizar un suministro adecuado de estos nutrientes vitales. Ya que los suplementos solo deben tomarse bajo la supervisión de un profesional de la salud y en las dosis recomendadas.
Primero, ¿qué son exactamente los minerales? Estos elementos inorgánicos provienen de fuentes naturales como rocas, suelos y agua. Aunque no se obtienen directamente de estos elementos, se pueden absorber indirectamente a través de los alimentos, ya sea de las plantas que crecen en suelos ricos en minerales o de los animales que han consumido estas plantas.
Se dividen en dos categorías según la cantidad requerida por el cuerpo humano: macrominerales y microminerales. Los macrominerales, como el calcio, fósforo, magnesio, sodio, potasio, cloro y azufre, son necesarios en mayores cantidades en comparación con los microminerales.
Aquí te dejamos una lista de alimentos que son fuentes ricas en varios minerales:
Calcio: Encuéntralo en productos lácteos como el yogur, el queso y la leche, así como en pescados como el salmón y vegetales de hojas verdes como la espinaca.
Magnesio: Aumenta tu ingesta de espinacas, brócoli, legumbres, semillas y pan integral.
Potasio: Consume carnes magras, leche, frutas, verduras, cereales integrales y legumbres para obtener tu dosis diaria.
Hierro: Incorpora carnes rojas, aves, huevos, frutas, verduras y pan fortificado en tu alimentación.
Zinc: No te olvides de incluir carne, mariscos, legumbres y cereales integrales en tus comidas.
Estos son solo algunos ejemplos de alimentos ricos en minerales. La buena noticia es que muchos alimentos comunes contienen múltiples fuentes de estos nutrientes, lo que facilita satisfacer tus necesidades diarias con comidas deliciosas y variadas. Consulta más en Aderezo.mx