Hay quienes dicen que en las bodas la que menos se divierte es la novia por el estrés que produce tan importante acontecimiento. Otros opinan que hacer un gasto tan fuerte para un evento así no vale la pena, ya que sólo dura una noche. La realidad es que nada impide que exista la ilusión de celebrar el momento de llegar al altar para consolidar la unión y el amor entre dos personas.
En esto coinciden los especialistas en organización de eventos quienes saben todo acerca del protocolo, los detalles y la clave para lograr que un encuentro nupcial se convierta en todo un suceso que los invitados y sus protagonistas, puedan recordar por siempre.
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Desde las invitaciones, las luces, juegos pirotécnicos, flores, la decoración, música, hasta el maquillaje, el peinado de la novia y el más mínimo detalle, requieren una meticulosa y estructurada planeación, que más que causar emoción, puede convertirse en meses de mucho estrés y ansiedad.
La temporada de bodas, de acuerdo al experto Pablo Galván, se realiza en el primer semestre del año: marzo, abril y mayo, y en el segundo: septiembre, octubre y noviembre.
“La industria de los eventos se encuentra en una fase de recuperación y superación. Si bien, las bodas han regresado a su nivel de producción normal, también han nacido nuevas propuestas, que renuevan los eventos nupciales, marcando un notable antes y después”, añadió Galván quien creó su marca homónima hace siete años.
Una tendencia importante que este 2023 toma mucha fuerza, es la “conceptualización”. “Ahora se busca contar una historia que vaya con la personalidad y esencia de la pareja. Ambos crean en ese momento, un mundo conceptual y efímero el cual se basa en su experiencia, misma que dan a conocer a sus invitados”, comentó el fundador de Pablo Galván Experiencias & Ambientaciones.
¿Cómo planear la boda perfecta?
El desarrollo de una boda puede fluir con éxito si ésta se planea con un año mínimo de anticipación.
“Comenzamos la planeación de las bodas conociendo las prioridades, deseos y expectativas de los novios en una forma visceral, directa y honesta para poder empezar nuestro proceso creativo. Nosotros recomendamos un año de planeación y organización, pero también hemos trabajado con un mínimo de seis meses y un máximo de año y ocho meses”, dice Galván.
Describe que estos eventos parten del momento más conmemorativo del día que es la celebración del matrimonio que puede ser tanto de índole religiosa como espiritual (simbólica) o legal. Después viene la recepción, donde los invitados disfrutan de cócteles y canapés, esto antecede al banquete, cuando la mayoría de los invitados ya están reunidos.
El vals y la fiesta son la culminación y es en esta última parte, cuando normalmente se incorporan amenidades que enriquezcan el espectáculo y la experiencia de los invitados.
Según el wedding planner quien en su cuenta de Instagram acumula más de 23 mil seguidores, los elementos más importantes de una boda son “significado, adecuación y experiencia”.
“El primero considera la inclusión de aquellos elementos o protocolos que reflejen la personalidad de los novios (decoración, colores, invitaciones, souvenirs, entre otros); el tema de la adecuación trata de cubrir las necesidades básicas de los invitados y de la pareja, como alimentos, servicios, seguridad, valet parking, entre otros. Aunque es obvio, es vital tenerlo presente, esto hace la diferencia y la experiencia engloba toda la producción y desarrollo del evento, donde se construyen los escenarios necesarios para materializar la idea básica de una boda y se añaden detalles para enriquecer finalmente la experiencia”, comentó Galván.
De la responsabilidad que tienen los wedding planner y por qué se debe contratar uno, explicó que son los encargados de velar por los intereses de los novios, en la construcción, desarrollo y ejecución de su boda.
“Elegir un wedding planner, es importante en especial por la tranquilidad y confianza de saber que existe una tercera voluntad, cuidando que las piezas encajen en su lugar, los tiempos se cumplan adecuadamente y, por supuesto, en la coordinación y manejo de proveedores, todo es más fácil.”, comentó.
Compartió que uno de sus mayores retos es trabajar con emociones fuertes y moldearlas a través de parámetros y procesos de logística.
“Una boda no sólo se logra con la voluntad de casarse o por el amor desbordado. Requiere determinación, planeación, dosificación y repartición de recursos. Además de análisis de infinidad de propuestas e intercambio de informaciones. A veces entran en vigor las negociaciones, y en otras, hasta los caprichos. Las cosas pueden fluir para un cliente y chocar para otro. Mediar entre el juego de la emoción y la razón es el reto más grande de todos”.
Si estás a punto de casarte, las recomendaciones que Pablo comparte para lograr tener la boda de tus sueños, es que seas congruente, realista y consciente de lo que se quiere y se puede tener para la boda.
“El ser realista y congruente te permite saber filtrar las opciones del mercado para encontrar aquellas que cubran tus expectativas sin sacarte de tu centro, es decir, sin sacrificar tu tranquilidad”, finalizó.
Los elementos infaltables
Flores
Los arreglos florales son el elemento básico que resalta la ambientación de cualquier tipo de celebración. Desde un salón hasta un jardín, pueden convertirse en recintos llenos de magia y sofisticación a partir del color, forma y el concepto de montaje que lucirá en centros de mesa y la decoración.
Para una boda de día y sobre todo en temporada de primavera o verano, los expertos recomiendan los jacintos, peonías, azaleas, rosas, gerberas, margaritas, orquídeas o anémonas. Para la noche sugieren rosas rojas o blancas, las casablancas, tulipanes, fresias, narcisos, azucenas blancas, alelíes, cymbidiums, entre otras.
"Una boda de día es muy diferente a una de noche; al igual que una en la ciudad que una en el campo. De acuerdo a esto, debemos tomar en cuenta el color de las flores.
"Las flores de color amarillo, palo de rosa, melón, naranja, están en tendencia. Pero todo depende del gusto de cada quien, no hay una mejor que otra. En México se produce casi todo tipo de flores, a nosotros nos piden mucho la anémona y a la hora del montaje integramos elementos naturales mexicanos como el maguey, creando un contraste de glamour y un toque sutil de texturas, volúmenes… Yo soy fan de una boda monocromática, desde el azul, hasta el naranja", explica la artista floral de origen francés Aurelia de Haut de Sigy.
Creadora de la firma Las Rosas de Aurelia, ubicada en la Ciudad de México, la florista ha llevado a cabo el montaje de importantes eventos de destacados personajes de la sociedad mexicana y del ámbito internacional.
Cuenta con estudios en las mejores escuelas de arte y creación floral de París, ha obtenido contratos con importantes marcas, entre ellas: Louis Vuitton, Berger, Coca Cola, Maje, Oméga, Paco Rabanne, Four Season, Sofitel, Hotel W, Chanel, Rosewood, Única, Daniela Villa, Loewe Armani, Dior, Versace, entre otras.
"Actualmente las novias se involucran más en el montaje. Algunas prefieren las bases de cerámica, otras de cristal. Hacemos intervenciones de flores que pueden ir desde las mesas hasta el techo".
La experta dice que para los centros de mesa es importante elegir un arreglo que no impida la comunicación entre los comensales. Y para eso nos comparte un tip: "Hay un límite para un centro de mesa, coloca tu codo con el brazo hacia arriba y dobla tu mano hacia ti, hasta la mitad de tu muñeca, a esa altura, de aproximadamente 25 centímetros, es a donde debe llegar un centro de mesa.
Música
La música es capaz de despertar sensaciones y recuerdos únicos, es por eso que en este tipo de eventos es primordial contar con un excelente ambiente y mezclas de todo tipo de géneros y ritmos.
Así como el concepto de las bodas ha evolucionado, también lo ha hecho la selección musical que ha pasado de elegir un grupo en vivo a la opción de DJ’s, que hoy en día, es más común.
“Creo que la popularidad de los DJs en este tipo de eventos ha ido en aumento y esto es porque nosotros tenemos la opción de utilizar miles de canciones en una sola pieza, generando mayor variedad y diversión”, explicó Erick Coronado, wedding DJ, con 20 años de trayectoria.
Nacido y criado en la Ciudad de México, desarrolló una profunda pasión por la música desde temprana edad. Las consolas para él son un medio de conexión con las personas donde puede transmitir su energía en cada boda.
“Siempre lo he dicho, la música es lo más importante en una boda, ya que es donde la energía se genera. Sumada a la emoción que los novios transmiten a sus invitados. Para que sea un éxito, no hay una regla o estilo definido ni una receta, solo es tener la capacidad de poder entender a todos los invitados, conectar con ellos”, compartió Coronado.
Erick inició en la industria por casualidad y ha encontrado una estabilidad profesional en esta área, en la que su inspiración es siempre crear un momento inolvidable y sorprender con su estilo.
“Me gusta hacer match con los géneros y gustos musicales que están en tendencia como el reggaeton, me gusta trabajar conociendo los gustos musicales de los novios, de ahí me doy una idea de cómo serán los invitados, pues también comparten esos géneros, y siempre es analizar su comportamiento en el evento, si son muy sociales, más serios, o se la pasan bailando, ellos también me dan pauta a hacer las mezclas”, añadió.
Coronado comienza a preparar sus playlist regularmente dos días antes de la boda para poder incluir todas las tendencias musicales que pueden provenir hasta de las redes sociales como TikTok, “Una realidad es que a veces las playlist que creamos no pueden funcionar al 100 por ciento, entonces viene la improvisación, y eso es lo que hace que las piezas musicales sean muy diferentes”.
De las piezas clásicas que no faltan en la boda, dijo, ”es difícil responder, ya que cada boda es única. Hoy en día el reggeaton sigue siendo tendencia, por ejemplo Bad Bunny, pero también no puede faltar el rock de Queen con su tema "Radio Gaga" y jamás faltaría un clásico del pop como OV7 y las cumbias de Los ángeles azules como la de "17 años", finalizó.
El pastel
Además de ser un delicioso postre, el pastel nupcial representa unión y felicidad que se remonta a la antigua época de los romanos, cuando se colocaba un pan sobre la cabeza de la novia y se rompía sobre ella como símbolo de fertilidad y los invitados recogían los trozos que caían al piso, pues se creía que eran de buena suerte. Asimismo, era el primer alimento que compartían los nuevos esposos.
A través del tiempo, se ha mantenido la tradición de partir un pastel en celebraciones importantes como cumpleaños, bodas, graduaciones, entre otras.
“El pastel ha tenido una gran evolución gracias a las técnicas e ingredientes que ahora se utilizan; pasamos del tradicional merengue y tres leches, a pasteles de diseño con fondant, personalizados y más estructurados, que han ganando popularidad en los últimos años”, compartió el chef pastelero Gerardo Gutiérrez con más de 20 años de experiencia.
Egresado de la carrera de arquitectura por el Tec de Monterrey y con Diplomado en pastelería por la Universidad del Claustro de Sor Juana, el fundador de la boutique de L’Autrichienne, pastelería de diseño, compartió que una de las ventajas de la cobertura de fondant, es que al ser una pasta de azúcar, es rígida y permite moldearla a cualquier forma.
“Nos ayuda mucho a hacer pasteles muy grandes sin riesgo a que se derrita, nos da cierto grado de perfección en el diseño que podemos hacer terminados alineados, es una realidad que estos pasteles son muy bonitos y atractivos a la vista y lo más importante al paladar”, dijo.
Para los pasteles de bodas, el experto compartió que la tendencia actual es que sean altos, “está de moda que sean altos, con verticalidad y personalizados, por ejemplo de 100 personas son tres niveles y esos niveles deben ser estructurados con bases grandes, medianas y chicas que este tamaño viene siendo el primer nivel”, explicó el también director creativo y fundador de Cake and Bake Masters, el evento de chocolatería y repostería más grande de América.
Sus pasteles están hechos con la harina tradicional de trigo, pero también con sus ingredientes como nuez y almendra. El relleno es de mousse de ganache y procuran utilizar productos naturales, orgánicos y de la más alta calidad.
El chef Gerardo, compartió que el proceso para el diseño del pastel es largo, ya que se requieren de tres a cuatro meses de planeación, “esto es porque los novios en ocasiones nos traen una imagen del diseño que quieren y piden que se haga tal cual, pero hay quienes prefieren comenzar de cero, venir a probar nuestros pasteles y conocer nuestro trabajo”.
Uno de los elementos que no faltan en este tipo de pasteles son las flores, que el pastelero junto a su equipo hacen con fondant y pétalo por pétalo para darle cierto realismo, también hay quienes prefieren las iniciales de los nombres de los novios o los muñecos con características físicas de los futuros esposos.
“Lo que también buscamos es hacer un pastel que refleje la esencia de la pareja y que haga match con el contexto. Los colores son primordiales, tienen que combinar con la decoración, el pastel es el elemento que termina de decorar la boda”, comentó.
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Gutiérrez compartió que una de las tradiciones que se ha hecho popular en los últimos años con este tipo de pasteles altos, es que los novios congelan el primer piso del pastel, para partirlo en el primer aniversario de casados.
“Creo que la tradición del pastel sigue más viva que nunca y con más significado, por ejemplo, el guardar el primer piso del pastel que se partió en su boda, es muy representativo, pues es un recuerdo vivo de un momento muy especial”.