La pizza es uno de los platillos más consumidos y favoritos alrededor del mundo, debido a su versatilidad y también porque es fácil de comer y preparar. El 9 de febrero se conmemora el Día Mundial de la Pizza, y para honrarlo platicamos con el chef italiano Walter D’Amico, quien lidera junto a su hijo el restaurante Casa D’amico.
Cuenta que aprendió gastronomía gracias a su abuela y su madre, y que la pizza fue un accidente culinario: un panadero iba a hornear y la masa no esponjó, salió plana y delgada, además fue una masa redonda aderezada con aceite de oliva, hierbas y miel, horneada sobre piedras, que se bautizó como pizza. Hoy deleita a los paladares más exigentes.
“La pizza es un pan equivocado y la primera que se recuerde en la historia fue en 1730, y fue la marinera, que tiene un recubrimiento de salsa de tomate, orégano, ajo, aceite de oliva y algo de albahaca”, contó el chef a Aderezo.
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También explica que este platillo no es fast food, como muchos piensan, se trata de un plato gourmet y tradicional de Italia. “En Latinoamérica a la pizza se le ha considerado por muchos años una comida fast food. A pesar de que cada chef tiene su forma y estilo de hacerla, nos permite echar a volar la imaginación al prepararla”, explicó D’amico.
En los últimos años, se ha popularizado la forma de acompañarla con cerveza como en Alemania y Estados Unidos, esto porque son países cerveceros, pero el chef dice que la forma correcta de acompañarla es con vino tinto, “desde que tengo uso de razón siempre se ha acompañado con vino, es una forma tradicional italiana de comerla”.
Y uno de sus mayores secretos, es que todos los ingredientes tienen que ser frescos y naturales, nada de enlatados ni procesados. En Aderezo podrás encontrar más datos como este, cómo preparar tu propia pizza, y descubrir la gastronomía del mundo.
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Para todos los estilos
Estas son algunas de las variedades más tradicionales, anímate a probar todas
Margarita: Su nombre en italiano es Margheritta, como un homenaje a la reina de Italia a finales del siglo XIX, Margarita de Saboya. Sus ingredientes tradicionales tienen los colores de la bandera del país. El color verde de la albahaca, el queso mozzarella representa el blanco y los jitomates son la franja roja. La tradición dicta que la masa debe ser delgada.
Cuatro quesos: En su preparación se divide la pizza en cuatro partes, cada una con un tipo de queso como protagonista. Estos tienen que ser mozzarella, gorgonzola, parmesano y fontina. Sin embargo, también es común encontrar preparaciones con ricota, provolone o queso azul.
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Pepperoni: De origen estadounidense, tiene un toque picante por el embutido parecido al salami, se complementa muy bien con el tomate y el queso. También se le puede agregar hojas de albahaca y un poco de orégano.
Champiñones: Su nombre original es pizza funghi y tiene como protagonista a los hongos, usualmente setas, aunque también es común encontrarla con portobellos. Su preparación tradicional incluye únicamente queso y salsa de jitomates.
Napolitana: Declarada por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Suele hacerse con una masa gruesa, sobre todo en los bordes. Se prepara en horno de leña y sus ingredientes son similares a los de la pizza margarita. Los principales son jitomates y queso mozzarella, acompañados de anchoas, alcaparras, ajo o aceite de oliva.
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Hawaiana: La amas o la odias. Puede levantar todo un debate entre la mezcla de sabores dulces y frutales. Se hace uso de la piña sobre una capa de queso mozzarella y jitomates, acompañada, normalmente, de trozos de jamón. Es una combinación que los italianos no soportan.
Neoyorquina: A diferencia de todas las anteriores, la de Nueva York se suele comer por porciones, en lugar de una pizza redonda entera. Tiene una masa delgada, pero flexible, así como los bordes gruesos. Existe una inmensa variedad, pero puede incluir verduras, carnes y/o jamones.
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