Después de muchos años de estudios, expertos en cosmética se han dado a la tarea de investigar los beneficios que la herbolaria ancestral logra aportar no sólo como una fuente importante de nutrientes en bebidas como el té, sino su eficacia en diferentes ámbitos como el de la belleza.
De esta forma han creado fórmulas con ingredientes de plantas que cuidan y nutren la piel de manera efectiva, sin afectar al planeta, hechos con tecnología científicamente probada para favorecer la salud del cutis.
El proyecto de Iliana Loza, emprendedora mexicana e ingeniera Química con especialidad en Formulación Cosmética, inició con la elaboración de jabones con ingredientes naturales, los cuales tuvieron una respuesta muy positiva; cuatro años después incorporó productos para el cuidado facial, corporal, maquillaje, antibacterial y accesorios.
Actualmente es la CEO de Ahal y lanza su propia línea de belleza debido a su experiencia personal, ya que al utilizar diversos productos comerciales, se dio cuenta de que no satisfacían sus necesidades, ya que contenían una cantidad mínima de ingredientes naturales y, en su lugar, había sustancias químicas perjudiciales para la piel.
“Los productos de belleza son mucho más que vanidad, porque deben involucrar sustentabilidad, responsabilidad y además de ciencia. Nosotros nos basamos en los conocimientos ancestrales de la herbolaria, los ingredientes activos de cada producto brindan los nutrientes, antioxidantes y vitaminas que se necesitan la piel y el cabello para mantenerse saludables y hermosos”, explica Loza.
La experta promueve el comercio justo con los proveedores de sus materias primas, que a la fecha suman más de 300 ingredientes naturales, entre ellos: cempasúchil, miel melipona, tuna, cacao, coco, miel apis, cera de abeja, cera de candelilla, aceite de aguacate, caléndula y aceite de lima.
“En el caso del cempasúchil, éste tiene aceites esenciales y carotenoides que son poderosos antioxidantes y al procesarlos se pueden utilizar en los productos de belleza. Tiene efectos probióticos que forman una barrera en la piel para regular su pH, dando como resultado una protección contra microorganismos que dañan su estructura de diferentes toxinas”.
La especialista dice que esta flor mantiene hidratada la piel. “Los estudios fitoquímicos revelaron que tiene un perfil constituido de tiofenos, flavonoides, triterpenoides y carotenoides que benefician la piel. Tiene efecto calmante. La Universidad de Chapingo realizó investigaciones que concluyeron que esta flor influye en el sistema nervioso disminuyendo el estrés”.
Explica que fomenta la producción de colágeno. “A través de estudios en los laboratorios, se determinó que también minimiza arrugas y líneas de expresión. Disminuye la irritación en la piel y gracias a sus componentes la protege la contra la contaminación y los rayos UV. Es antiinflamatoria. Puede aplicarse localmente y tratar infecciones cutáneas”.