La firma francesa Dior hizo gala de un desfile feminista y colorido en la pasarela parisina, una instalación provocadora de tonos pop que contrastó abiertamente con los negros, blancos y dorados del vestuario.
La estilista italiana Maria Grazia Chiuri se apartó abiertamente de sus últimos desfiles de tonos neutros y atmósferas sugerentes para lanzar un mensaje feminista que recordaba, por sus colores e imágenes, a la actual moda "Barbie" tras el éxito cinematográfico de Greta Gerwig.
"No es ella": el lema gigantesco, reproducido en unas pantallas de rosa bombón, se alternaba con imágenes publicitarias de amas de casa de los años 40.
Sobre la pasarela desfilaban vestidos de corte impecable, blusas blancas o negras, sedas azuladas, transparencias negras, abrigos con estampados y un motivo recurrente: una blusa o un vestido asimétrico, que deja un hombro al aire.
"Arrancamos con la idea del universo de las brujas, pero sobre todo los estereotipos que las acompañan desde nuestra infancia, o las imágenes estereotipadas de las parisinas, son historias que influencian la manera como nos vemos las mujeres", destacó la diseñadora.
En la audiencia había estrellas como Charlize Theron, Jennifer Lawrence o Camille Cottin, la influencer Lena Situations o el actor Robert Pattinson.
Torre Eiffel evanescente
La instalación había sido imaginada por la artista italiana Elena Bellantoni. La artista eligió unas 300 imágenes "sexistas" que se han ido reproduciendo a lo largo de décadas hasta nuestra época.
Se trataba de "invertir los espejos y cambiar las reglas", explicó la artista. Uno de los motivos estrella de la colección es un estampado de la Torre Eiffel evanescente, sobre los abrigos o las faldas.
La malla envuelve el cuerpo sin apretarlo. Las gasas sugieren las formas, mientras que las chaquetas son rectilíneas, casi masculinas.
El calzado va de las botas militares a los zapatos cuyos lazos envuelven la pierna hasta la rodilla, recordando los modelos clásicos de la Antigüedad.
Saint Laurent entre desierto y mármol
Anthony Vaccarello, el director artístico de Saint Laurent, sigue buceando en el imponente legado del fundador de la marca, en especial con su reinterpretación de la chaqueta sahariana.
En esta ocasión se propuso rendir homenaje a pioneras de la aviación como la estadounidense Amelia Earhart o la francesa Adrienne Bolland (la primera mujer que cruzó los Andes a los mandos de un avión).
La mujer Saint Laurent lleva saharianas de lino o algodón de color tierra, o granate, con un ajustado gorro de piel, cinturón y guantes largos, de aviador, a juego.
Las chaquetas safari tienen bolsillos delanteros sobredimensionados, como también lo son los pendientes metálicos.
Tacones altos, vestidos de seda vaporosos, tops sin mangas transparentes. La colección "se define por su simplicidad y un retorno a los fundamentos de la casa, y una silueta más holgada que en temporadas pasadas", explicó Vaccarello en su comunicado de prensa.
Todo ello a los pies de la Torre Eiffel, en un decorado de imitación mármol que recordaba a un pabellón del arquitecto Mies van der Rohe.
Ropa como bisutería
La pareja de diseñadores Victoria&Tomas decidió para la próxima temporada primavera/verano que la ropa tiene que ser tratada como bisutería, bordando joyas, broches y cadenas directamente sobre vestuario femenino.
La mujer debe ser capaz de, "poner y quitar prendas de manera que un vestido pueda transformarse en dos, o tres", explicó Victoria Feldman a la prensa tras el desfile.
Los vestidos son amplios y con cortes transversales a lo largo de los brazos, o de las piernas. Los broches o las cremalleras enlazan la ropa a la altura del pecho, o del antebrazo.
Las blusas, los pantalones, pueden transformarse así en una prenda más corta.