Existen diseños de prendas que se mantienen en el tiempo como si fueran verdaderas obras de arte de algún importante museo, causando la admiración del público por generaciones. Así como en la alta costura, el clásico traje Chanel elaborado en tweed de principios de los años 30 o el vestido Mondrian de Yves Saint Laurent, de los años 60, en la historia del Prêt-à-porter (listo para ponerse) existen piezas cuya confección va más allá de las tendencias, convirtiéndose en el básico indispensable de cualquier edad y género.
Es el caso de la playera marinera que desde su creación con estilo náutico, ha sido inspiración de los iconos de la industria de la moda internacional, como Jean Paul Gaultier y Karl Lagerfeld reinventándola en su concepción y adaptándola a nuevos patrones y siluetas de acuerdo a los gustos y estilos de vida de la sociedad.
Lo que pocos saben, es que esta pieza tiene una gran historia, al igual que derechos de autor, los cuales pertenecen a la firma francesa Saint James, fundada en 1889 en Normandia, que comenzó como un taller que producía jerséis para pescadores bretones, y desde entonces, ha mantenido todo un concepto que se impuso por décadas.
“Entregamos el corazón en cada colección, que es lo que ha logrado que nuestras piezas se conviertan en best seller; siempre con un firme compromiso con la calidad y el diseño. A lo largo de su historia, la empresa ha evolucionado y se ha consolidado como un referente de la moda con inspiración náutica, celebrando la tradición de la artesanía francesa. La playera La Marinière, es un básico del armario francés”, dice en entrevista, Sophie Larmenier, representante de la firma que llega a México en una colaboración con Constela.
Larmenier quien ha colaborado con importantes casas de moda como Trend Agency (Peclers Paris) y Hermès, explica que una de las colecciones que darán a conocer en nuestro país, es la que lleva por nombre Atelier y es la que sustenta la inspiración e insignia que ha marcado la historia de la industria de la moda internacional, “cada pieza de la colección Atelier forma parte de la historia de Saint James. Una rica historia moldeada por el mar, creando piezas que lograron adaptarse a las tendencias sin comprometer su estilo atemporal”.
En esta línea se encuentra la camisa bretona a rayas, “es el mejor ejemplo para ilustrar una prenda que atravesó el tiempo y evolucionó, pero mantuvo su carácter. En 1858, es utilizada por la Marina francesa como uniforme para los marineros; durante el siglo XX, los veraneantes la convirtieron en el símbolo de las vacaciones de verano junto al mar”, cuenta Larmenier.
Agrega que la camisa, “ha sido transformada, repensada y rediseñada por muchos diseñadores de moda, entre ellos Coco Chanel, Yves Saint Laurent, Jean-Paul Gaultier y Karl Lagerfeld. Celebridades como Marylin Monroe, Picasso o John Wayne se enamoraron de sus rayas y contribuyeron a que adquiriera fama internacional”, afirma.
El interés por preservar el arte de lo hecho a mano, el cual se adapta a las nuevas generaciones en cuestión de estilo, es una de las premisas de la firma, al igual que el tema de la sostenibilidad en su producción que lleva consigo la responsabilidad que hoy en día existe en la industria de la confección, en su compromiso con el cuidado del medio ambiente.
“Hoy en día, trabajamos con un algodón ligeramente diferente, más suave y liso, siempre con algodones orgánicos, más cómodo de llevar que el que se utilizaba en el siglo XIX. Sin embargo, la camisa de rayas bretonas siempre ha conservado su carácter y sus emblemáticos tripis blancos y azules, aunque ahora se pueden encontrar en muchos colores.
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“Las piezas atemporales de la colección Atelier se basan en un saber hacer humano raro, precioso y exigente, pero también en una materia prima de alta calidad. El famoso jersey Fisherman, procedente de los tradicionales "chandails" que llevaban los terratenientes en su viaje a Canadá, tiene unas líneas y unos colores modernos, que los marineros del siglo XIX no habrían podido imaginar. La pura lana virgen utilizada es mucho más suave que la de la época. Otro ejemplo es el jersey Fisherman, que al igual que las demás piezas de la colección, ha evolucionado con los tiempos sin dejar de ser fiel a su legado marinero”.
Comenta que, igual de icónica, es la chaqueta de guisantes Galion, “que nació en el Magreb en el siglo XV. Corto y pesado, este abrigo se caracteriza por su gran cuello, sus bolsillos inclinados y sus dobles botones”.
En la descripción de la colección se lee que esta prenda, primero la llevaron los piratas, luego la adoptaron los primeros exploradores europeos y ha experimentado muchas transformaciones y adaptaciones. En el siglo XIX, la Marina francesa la incorporó a su uniforme con la camisa a rayas bretonas. Normalmente se llevaba encima de la casaca.
Al igual que la camisa de rayas bretonas, ha sido adoptada por celebridades, diseñadores de moda y personas que en su día a día, la han convertido en un básico del estilo marinero. Gorros, bufandas y gorras de marinero complementan esta colección.