Custo Barcelona celebró el 40 aniversario de su firma con un desfile en el que demostró que su grafismo sigue siendo de plena actualidad y en la que la innovación de sus tejidos construye la colección más deportiva de la firma.
En su pasarela, dentro de la Semana de la Moda de Madrid, que se celebra del 28 de enero al 2 de febrero, Custo demostró que lejos quedan los años 80, cuando comenzó junto a su hermano a diseñar inspirados en la estética californiana. Cuando Julia Roberts lució una de sus camisetas en la película Novia a la fuga, la proyección de su trabajo se propagó a toda la galaxia, después llegarían las actrices de Friends e incluso Jennifer Lopez, que utilizó uno de sus diseños en un videoclip.
La firma alcanzó, hace seis meses, un acuerdo para la producción y distribución mundial de sus prendas con la empresa italiana Velmar, una alianza "histórica" y que hacía presagiar que no acudiría a una nueva cita en la pasarela madrileña.
Sin embargo, la unión con el grupo que ampara firmas como Moschino y Alberta Ferretti, "no ha cambiado nada", ha confirmado el diseñador, que también desfilará la próxima semana en Nueva York y Barcelona.
Con el nombre de Thank you, next, quiere dar las gracias por el apoyo a su carrera mirando hacia adelante, sin perder tiempo en revisiones.
Una razón por la que ha presentado prendas que llevan detrás una gran investigación "muy tecnológicas", ha explicado el diseñador.
En esta nueva etapa de desarrollo de nuevos materiales que se funden con diferentes texturas, y con el negro como hilo conductor, la firma ha presentado abrigos volumétricos, "muy oversize", en los que se aplica este nuevo lenguaje experimental, que también afianza en las siluetas.
De Japón vienen los tejidos de esta colección y la inspiración de los estampados con las máscaras del teatro kabuki.
"Los nuevos patrones apuestan por menos faldas y más pantalón de estética deportiva sin dejar de ser sexies", añadió el diseñador.
La historia de la firma se remonta a los años 80, el comienzo de una época en España en la que, en cuanto a moda se refiere, cualquier cosa valía. Custo y su hermano David decidieron conocer las tendencias del resto del mundo a través de un viaje que cambiaría su forma de entender el universo de la moda.
Atraparon el estilo de los surferos, los colores vivos y la sicodelia propia del momento, con lo que logró la fama a nivel internacional.