El arte de la sastrería sobrevive a lo largo del tiempo ante las tendencias de la moda que surgen y se renuevan constantemente gracias a la información de redes sociales y la tecnología.

Lo anterior es gracias a la misión de jóvenes emprendedores que crean innovadoras estrategias para mantener vigentes los procesos artesanales y lo hecho a mano en la industria de la confección.

Gerardo Morera, vivió su niñez entre telas, tejidos y alta costura. Es el heredero de una tradición familiar milenaria dedicada al trabajo de la lana de alta calidad.

“Nací con esto; vengo de una familia dedicada a la fabricación de telas de lana por generaciones, que dieron forma a la Fábrica San Ildefonso, la cual nació en 1847. Desde chico me tocaba ir ahí y conocer todo el proceso, desde cómo llegaban las telas de Australia y la forma en que se creaba cada hilo”, cuenta Morera en entrevista.

Con el paso del tiempo, Gerardo se dio cuenta de la evolución del estilo masculino en la moda y decidió crear su propia empresa en la que sobre todo los jóvenes, pudieran encontrar opciones que se adaptaran a un nuevo estilo de vida.

“En una ocasión tenía un evento importante y quería comprarme un esmoquin y al buscar varias opciones me di cuenta que no existía suficiente oferta en el diseño de trajes a la medida. Muchos de los emprendedores comienzan con un reto personal”, dice el empresario.

Fue así que nació su marca Morera Grosso donde pone en práctica sus conocimientos adquiridos a lo largo del tiempo y su experiencia personal en el mundo del diseño sartorial.

“Morera nace del trabajo en conjunto de un equipo de consultores de imagen. Después de la pandemia nos dimos cuenta que hubo una evolución en la moda formal que buscan los jóvenes, hubo una evolución importante en las ventas de blazers y pantalones, pero para un evento como una boda o bautizo siempre está presente un traje.

“Visitamos cada año la feria de tendencias masculinas Pitti Uomo en Florencia, Italia, donde se puede apreciar lo último en diseño; pero siempre decimos a través de nuestros consultores, que no siempre lo que está de moda es lo que quieres expresar, y va con la coherencia de tu identidad, entonces nosotros comunicamos la idea de crear un estilo que vaya más allá de las tendencias, creamos prendas atemporales de mucha calidad que te duran más tiempo, lo cual, beneficia en gran parte al medio ambiente al ir en contra del fast fashion”.

El experto dice que ha realizado importantes investigaciones sobre lo que el hombre actual requiere para dar forma a su imagen.

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“Realizamos un estudio en México donde descubrimos que el 80 por ciento de las prendas del closet de los hombres, no se usa más de una vez al año, lo que quiere decir que más que tener mucha ropa, el hombre actual quiere tener prendas de buena calidad, que le queden bien y que reflejen su estilo único”.

Afirma que un traje azul marino es básico para usar en el día y en la noche, y sobre todo, un buen blazer de este tono para lograr un look más casual.

Con respecto a la corbata, la tendencia mundial indica que está de regreso, sin embargo, “en México sólo se usa para eventos formales como las bodas, pero en general, su uso se está perdiendo”.

Tejidos ecológicos

La industria de la moda después de la del petróleo, es la que más contamina. Al respecto Morera opina que, “el principal enemigo de la sostenibilidad es comprar ropa frecuentemente de baja calidad y desechable; los inventarios que se realizan al producir, por ejemplo, un saco, generan mucha tela en su confección y mucha de esa tela no se la llevan los clientes. Por eso hay tanto desperdicio que nunca se utiliza, por eso nosotros creemos en el make to order, donde la prenda está elaborada en muy alta calidad y ha sido elegida previamente por el cliente. Esta es la estrategia correcta para hacer de los procesos de producción un sistema mucho más sostenible”.

Bajo el lema de la "oveja al traje", Gerardo describe el proceso que lleva a cabo en la fabricación de trajes de lana a la medida. "Todo empieza con las ovejas. Para tener una lana de buena calidad, se necesita una buena calidad de clima, altura y alimentación, entre otros factores y esto se da en Australia y Nueva Zelanda, donde se produce la lana merino, que es la de más alta calidad y de ahí se vende a los mejores fabricantes del mundo. Tenemos hilos de cashmere, vicuña, lino, algodón pima y algodón egipcio”.

Además, los sacos considerados de alta costura, cuentan con botones de cuero de búfalo, madre perla y corozo. "El proceso de confección pasa por más de 250 manos de especialistas, se trata de un proceso muy artesanal, una vez que el traje está listo, nuestro consultor de imagen lo revisa se lo prueba y si hay un pequeño ajuste siempre lo podemos hacer y si subes o bajas de peso lo podemos ajustar a la talla que necesites".

Los precios dependen de la tela y el tipo de traje, van desde 14 mil 900 hasta 200 mil pesos. "Pienso que una buena estrategia sin una buena ejecución, no sirve de nada. Todos podemos tener buenas ideas pero lo importante es ejecutarlas correctamente, eso se traduce en que cada traje y camisa es una prenda única para cada cliente y se la tenemos que entregar a la perfección".

Gerardo Morera se graduó del Executive MBA por el IPADE Business School y entre otros reconocimientos ganó el concurso de Growing-up CEO por la Universidad de Harvard. Es miembro del Consejo General, del programa de Liderazgo Empresarial de la Universidad Anáhuac.

Es fundador de Personal Brands Group, previo a la creación de este grupo, trabajó en Nueva York en Textile Import, firma que conecta a fabricantes de todo el mundo con marcas internacionales.

Su misión es transformar la manera en la que los hombres compran ropa poniendo como objetivo tener un modelo de negocio sustentable, con producción responsable y haciendo prendas únicas. Tiene operaciones en México, Estados Unidos y Canadá, y busca expandirse próximamente a otras regiones del mundo.