La Semana de la Moda masculina de Londres, ha reformateado el evento. Ahora se engloban las colecciones de hombre y mujer en una sola pasarela. Este fin de semana LFW (por sus siglas en inglés), inauguró su jornada completamente digital y marcada por la ausencia de las grandes marcas como Vivienne Westwood, JW Anderson, Victoria Beckham, Christopher Kane, Paul Smith, Richard Quinn y Burberry a consecuencia de la pandemia por Covid-19 y del Brexit.
Las firmas británicas, que habitualmente reunían en sus desfiles a cerca de cinco mil asistentes, retransmitirán sus propuestas a través de www.londonfashionweek.co.uk para el otoño-invierno 2021/2022 a lo largo de cinco días.
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En el sector algunos consideran que muchas salidas de la agenda serán definitivas, como lo hizo Kering con Yves Saint Laurent en París y Gucci en Milán.
Sin embargo, este panorama, es una gran oportunidad para las nuevas generaciones de diseñadores, como Molly Goddard, Marques Almeida, Emilia Wickstead, Roksanda, Simone Rochas, Erdem, la chilena Lupe Gajardo o las españolas Carlota Barrera y Sonia Carrasco.
La página web permitirá acceder a listas de reproducción y podcasts sobre los grandes desafíos de la moda; y ofrecerá un entorno de intercambio entre moda, música, arte, fotografía y performance. Además fomenta el contacto de los compradores con las marcas.
Harris Reed, debuta en la pasarela londinense
Harris Reed ha comenzado a hacer historia en el mundo de la moda. No sólo diseñó la primera portada masculina de Vogue junto al cantante Harry Styles, sino que debutó con su primera colección de género fluido en la víspera del inicio de la Semana de la Moda de Londres (LFW).
For now, unexplained, es la colección demi-couture (entre la alta costura y la producción en serie) con la que firma su debut en la pasarela digital londinense.
Con solamente seis looks, Harris conjuga al movimiento punk con el pasado aristocrático del Reino Unido y que a través de un enigmático vídeo, Reed deja atrás la pasarela tradicional y muestra a los modelos protagonistas entre pasillos lacados y salas drapeadas hasta llegar a una habitación infinita.
Con el objetivo de romper con todas las etiquetas y en especial con el concepto de vestido como algo únicamente femenino, Harris envuelve a sus modelos con faldas de tul y volantes combinados con detalles de sastrería masculina, o con tocados estratosféricos que parecen reinventar las aureolas y bajarlas al mundo terrenal.
Los conjuntos nacen de la deconstrucción de un vestido de novia o un esmoquin tradicional, que acaban cobrando una nueva vida y adquiriendo un toque cañero y rebelde gracias a las botas de tacón.
Aunque en este momento prefiere que se refieran a él en masculino, Reed se define como una persona de género fluido, es decir, que no se identifica con una sola identidad masculina o femenina, sino que fluye, entre ellas, y sus diseños también pretenden reunificar ambos géneros.
Con información de EFE
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