La tecnología textil y sustentable, se ha hecho presente en París 2024, desde el día de la ceremonia de inauguración de la justa olímpica, donde aparecieron trajes diseñados especialmente para el evento, adaptados y confeccionados con telas y materias primas que llevan una importante investigación científica en su proceso de fabricación.
Las prendas de las diferentes delegaciones, no eran simples prendas de vestir, sino verdaderas representaciones de colores, símbolos y estilos distintivos de cada nación; entre los 206 países que desfilaron, algunos sobresalieron por su creatividad y originalidad, capturando la atención del público y del mundo entero.
Un ejemplo, fue el equipo de China quienes portaron diseños del director creativo Just In XX, en colaboración con el artista Paul Chiang, los cuales incorporaban técnicas artesanales tradicionales, como las flores Chunzai, para crear estampados con ilusión óptica. Las etiquetas, fueron hechas de pulpa y conchas de ostra, además de tejido de fibra de plátano.
El anfitrión de este magno encuentor deportivo, Francia, siempre a la vanguardia de la moda, y celebrando su tradición en el ¨savoir-faire¨ o ¨saber hacer¨, presentó un diseño rompedor de Berluti, firma que es parte del grupo LVMH. Los uniformes, con un aire futurista, incluían un frac moderno con solapas en los colores de la bandera francesa.
Italia, por su parte, deslumbró con un enfoque inclusivo, pensado en la comodidad de los deportistas. Los trajes diseñados por Giorgio Armani se basaron en un estilo deportivo sofisticado en un tejido azul oscuro con detalles en verde, blanco y rojo, rindiendo homenaje a la bandera italiana con un toque moderno.
Estados Unidos desfiló con un uniforme de Ralph Lauren que combinó tradición y modernidad. El conjunto en rojo, blanco y azul incluía un saco azul marino, pantalones rojos y una camisa blanca, adornados con detalles dorados, incorporó tecnología avanzada y artesanía tradicional con fibras de alto rendimiento y bordados a mano, complementados por patrones texturizados creados mediante impresión 3D.
Canadá destacó con un conjunto diseñado por la marca deportiva Lululemon en una paleta de rojo, blanco y negro. Los trajes incluían una chamarra estilizada y pantalones deportivos con tejidos inteligentes para mejorar el rendimiento, además de estampados inspirados en la naturaleza canadiense.
Tocó el turno a Brasil que desfiló con uniformes diseñados por la marca Riachueo; incluían faldas midi acampanadas, pantalones ajustados y una chaqueta de mezclilla de gran impacto. Esta chaqueta, bordada a mano por la firma de artesanos Timbaúba dos Batistas, presentaba referencias a la fauna y flora local de la región amazónica, destacando por su detallado trabajo artesanal y conexión con el entorno natural brasileño.
Jamaica, aprovechó cortes y estampados inspirados en los colores de la bandera para resaltar la figura de los deportistas. Los uniformes, elaborados con tejido jacquard, ofrecían completa transpiración y empleaban tecnología Thermoadapt para regular la temperatura, combinando estilo y funcionalidad de manera innovadora.
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El equipo de Australia, sobresalió ante los demás con un uniforme compuesto por un saco verde con detalles dorados que, en su bolsillo interior derecho del saco, mostraba un bordado del Juramento Olímpico Australiano. El conjunto se complementaba con pantalones cortos beige para los hombres y una falda con estampado dorado para las mujeres, combinando elegancia y simbolismo nacional.
España, en un homenaje a su folclore, colaboró con la marca Joma para crear uniformes confeccionados con tejidos 100% reciclados y sin procesos químicos. El conjunto masculino incluyó un blazer rojo, una camiseta técnica y pantalones de algodón reciclado. Para el look femenino, el blazer se intercambia por una falda plisada en tonos degradados.
Finalmente, no se puede hablar de creatividad sin mencionar a México. Los uniformes mexicanos diseñados por Marijose Rivera Vera fueron una celebración vibrante de su patrimonio cultural. Los elementos conocidos como ¨milagritos¨ en las mangas y cortes de rosa fucsia, reflejaban el espíritu festivo del país, cada detalle de los trajes contaba una historia. Estos uniformes no solo eran visualmente deslumbrantes, sino que también llevaban consigo un mensaje de inclusión y respeto por las tradiciones ancestrales de nuestro país.
La ceremonia de apertura de las Olimpiadas 2024 fue un recordatorio de que, además de ser una competencia deportiva, es un escenario donde la moda, la innovación y la cultura se encuentran. Cada uniforme contó una historia, y juntos, crearon un mosaico global que celebró la diversidad y su compromiso con la sustentabilidad.
