El pasado 11 de agosto, la ciudad de París, Francia, fue el escenario de la espectacular ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos 2024. Este evento no sólo celebró los logros de los atletas, sino que también fusionó arte y moda de una manera sin precedentes, destacando la sostenibilidad como un tema central.
Uno de los momentos más memorables del evento, fue la presentación de las últimas y únicas creaciones del diseñador suizo Kevin Germanier, quien, a sus 32 años, se dio a conocer en 2022 en Paris Fashion Week.
Actualmente, Germanier, se ha convertido en una figura destacada de la moda internacional, por su enfoque audaz en la sostenibilidad y su pasión por la ciencia ficción. Sus diseños, siempre extravagantes, han sido un tributo constante a la innovación y el respeto por el medio ambiente, utilizando el upcycling como su herramienta principal.
En el escenario, Germanier presentó una colección de 120 conjuntos impresionantes, todos elaborados con materiales reciclados, como cuentas, lentejuelas y plumas artificiales. Además, el diseñador reutilizó retazos y textiles desechados provenientes del lujoso grupo de marcas de moda LVMH y del sótano de la casa de su propia madre, transformándolos con maestría en haute couture (alta costura).
La inspiración para esta colección provino del disco de oro que fue enviado al espacio en 1977, como un mensaje de la humanidad para posibles formas de vida extraterrestre. "Este disco contiene todo, desde el llanto de un bebé hasta imágenes de anatomía, música y referencias de nuestro planeta Tierra.
"Quisimos capturar esa esencia y materializarla en un universo propio, creando una narrativa de ciencia ficción que reflejara los valores de los Juegos Olímpicos".
El resultado fue una colaboración impresionante con Thomas Jolly y Daphné Bürki, directora de estilismo y vestuario, respectivamente, quienes tomaron este concepto como punto de partida para diseñar un look nunca antes visto.
La pieza central de la presentación fue el traje denominado Records, que portó el bailarín francés Arthur Cadre en una actuación futurista que dejó al público sin aliento. Este traje dorado, compuesto por más de 20 mil lentejuelas y cuentas recicladas y cintas de video cassettes, era una representación visual del cuerpo humano, mostrando tanto la silueta externa e interna como los huesos, músculos y columna.
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Otro vestuario que causó gran impacto fue el del pianista y compositor francés Alain Roche, compuesto por más de 200 videocassettes VHS, incluyendo sus películas favoritas de la infancia como Pokémon. Estos cassettes, donados por Suiza, fueron destruidos y reutilizados mediante la técnica del upcycling para crear un traje único que flotaba en el aire mientras Roche tocaba el piano, con las cintas de los cassettes formando una especie de cortina negra a su alrededor.
La destreza de Kevin Germanier para crear algo tan increíble utilizando soluciones sostenibles, es un testimonio de su genialidad como diseñador. Su capacidad para transformar materiales desechados, desde retazos de lujo hasta los olvidados tesoros del sótano de su madre, en piezas de alta costura que deslumbran por su creatividad y visión futurista, demuestra que la moda puede ser un motor de cambio.
La ceremonia de clausura en París no solo resaltó el talento de Germanier, sino también la posibilidad real de que la sostenibilidad y la innovación vayan de la mano en la creación de obras maestras.