Los vestidos de las estrellas que participaron en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, Céline Dion, Lady Gaga y Aya Nakamura, están expuestos en París, en la Galería Dior, hasta el 30 de septiembre, informó hoy un portavoz de la casa de moda.
Para interpretar el "Himno al amor" de Édith Piaf desde el primer piso de la Torre Eiffel -su primera actuación en cuatro años-, Céline Dion llevaba un vestido de georgette (tela delgada y liviana con una superficie arrugada) de seda blanca, con cuello alto, mangas largas, flecos y cola, recubierto de lentejuelas y perlas finas.
Otros artistas destacados de la ceremonia también lucieron trajes diseñados por la prestigiosa casa francesa, propiedad del grupo LVMH, socio "premium" de los Juegos Olímpicos.
Aya Nakamura, con un mini vestido de plumas doradas de escote asimétrico y realzado con dos capas de seda en la parte trasera, interpretó un popurrí de sus canciones y composiciones de Charles Aznavour.
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La estadounidense Lady Gaga, por su parte, entonó "Mon truc en plumes", título emblemático del music-hall francés, enfundada en un corsé de satén negro, sobre el cual llevaba una chaqueta corta y una larga falda de plumas negras y rosas, con un tocado de plumas.
También se puede ver en la Galería Dior el vestido con un drapeado de ocho metros de largo con los colores de la bandera francesa, azul, blanco y rojo, de la cantante lírica Axelle Saint-Cirel, quien interpretó el himno nacional, la "Marsellesa".
El rincón favorito de los amantes de la alta costura
La Galería Dior, fundada en 1947, ubicada el número 30 de la avenue Montaigne, es una cita obligada para los amantes de la moda... ahí se exhibe el refinado estilo de vida parisino de todas las épocas en el que el gran Christian Dior impuso tendencia dejando su legado en las altas esferas de la sociedad y en los rincones de este espacio insignia.
Entre la herencia del director creativo de la firma de lujo y piezas reinterpretadas por diseñadores contemporáneos de gran prestigio, el recorrido por este museo, resulta todo un escaparate cultural, a través de una sucesión de escenografías inmersivas reunidas en cada área de exhibición.
“Cuando la maison Dior abrió por primera vez, el hôtel particulier situado en el número 30 de la avenue Montaigne contaba con tres ateliers, un estudio diminuto, un salón en el que se mostraban los vestidos, un camerino para las modelos, un despacho y seis pequeños salones de pruebas”, contaba Christian Dior en sus memorias.
El modisto, impresionado por esta propiedad, lo convirtió en el epicentro de su creación que lo denominó “refugio de lo fabuloso”, corazón de la maison Dior desde su fundación. El l ugar se ha transformado, mejorado y reinventado para acoger La Galerie Dior, un testimonio de la audacia visionaria de Christian Dior y sus seis sucesores: Yves Saint Laurent, Marc Bohan, Gianfranco Ferré, John Galliano, Raf Simons y Maria Grazia Chiuri.