Hoy en día la Inteligencia Artificial (IA) tiene impacto en diversos sectores, y la industria de la moda y el vestido no han sido ajenas.
Es tal la influencia de esta tecnología que siete de cada 10 mexicanos consideran que en los próximos seis años la IA será quien determine lo que está en tendencia en ropa y accesorios, así como los estándares de belleza, según un estudio de Ericsson.
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De acuerdo con el documento Diez tendencias de consumo candentes para 2030: el futuro impulsado por la IA, en la próxima década, 80 por ciento de los consumidores podrían utilizar simulaciones basadas en esta tecnología para tomar decisiones que cambiarán sus vidas y su aspecto.
“¿La IA llegará a dictar las tendencias de la moda en el futuro? Un rotundo 69 por ciento de los consumidores encuestados prevén que este es un escenario probable, con el potencial de generar estilos de diseño completamente novedosos”, responde el reporte.
Para Marisol Conover, consejera de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CANAIVE), la IA ya tiene un impacto en todos los niveles del sector de la moda.
“En prácticamente todos los procesos está presente la IA, desde la planeación en la parte agropecuaria, sobre cómo calcular cuándo es mejor hacer los plantíos de algodón y qué tipo de semilla usar, hasta todo lo que tiene que ver con maquinaria propia de la industria del vestido”, dijo la experta en entrevista con El Sol de México.
Conover contó que en Europa, específicamente en Italia, hay empresas que ya utilizan tecnologías como la IA y la impresión en 3D para procesos como el diseño y la fabricación de cierto tipo de prendas.
“Ya se puede diseñar partes de una prenda, como accesorios, e imprimirlos en 3D para después confeccionar, además que existen programa de diseño como Browzwear con sensores de calor que permiten saber qué tan ajustada u holgada está la pieza”, refirió.
Ya se puede diseñar partes de una prenda, como accesorios, e imprimirlos en 3D para después confeccionar, además que existen programa de diseño como Browzwear con sensores de calor que permiten saber qué tan ajustada u holgada está la pieza
Marisol Conover. Cámara Nacional de la Industria del Vestido
La diseñadora neerlandesa Iris van Herpen, quien es reconocida a nivel mundial por su uso de impresión en 3D para realizar prendas, entre ellas el primer vestido de novia confeccionado con esta tecnología, ha dicho en entrevistas que está experimentando el uso de la IA sobre todo desde el punto de vista creativo.
Quien también se ha subido al barco de la IA es el diseñador y empresario estadounidense Tommy Hilfiger, que hace tiempo se alió con IBM y The Fashion Institute of Technology (FIT) para utilizar esta tecnología con el fin de identificar y facilitar tendencias de moda que serán familiares para los compradores antes de que aparezcan en las pasarelas.
El diseñador también se asoció con Tilting Point, uno de los principales creadores de juegos del mundo, para lanzar una app interactiva basada en IA llamada FashionVerse, la cual está disponible tanto en las tiendas de apps de iOS y Android, y utiliza esta tecnología para crear avatares, escenarios y accesorios fotorrealistas en 3D.
En 2019 Microsoft presentó en Colombiamoda, una de las mayores ferias del sector en América Latina, soluciones y experiencias basadas en realidad aumentada, Big Data, analytics e IA para que consumidores y productores pudieran ver mediante probadores en pantallas cómo les queda una prenda.
Conover opinó que el avance de esta tecnología llevará a cada vez más usuarios a poder acceder a este tipo de soluciones, para elegir outfits en línea y poder comprarlos desde su hogar.
Además, la IA también impulsará la moda hecha para cada usuario y de forma sustentable. De acuerdo con el estudio de Ericsson, otra vía para reducir el desperdicio en la moda es el resurgimiento de prendas y zapatos personalizados y hechos a pedido.
“Más de dos tercios de los encuestados imaginan un futuro en el que las personas estén dispuestas a invertir más en ropa y calzado a medida y diseñados con IA. En consecuencia, este enfoque personalizado podría frenar el desperdicio en la moda y alinearse con las preferencias cambiantes de los consumidores”, indicó el reporte.
Implicaciones del uso de esta tecnología
Además de los múltiples beneficios, la tecnología también conlleva implicaciones o riesgos que han sido discutidos en repetidas ocasiones, sobre todo en el tema de la IA.
El reporte de Ericsson señala que el 63 por ciento de los encuestados de la industria anticipa una reacción violenta contra las tendencias influenciadas por la IA, postulando que las personas gravitarán hacia productos que ostentan la etiqueta “cien por ciento hecho por humanos”, poniendo así mayor énfasis en la autenticidad y la exclusividad.
Conover consideró que este fenómeno podría darse sobre todo en el segmento de la alta costura, donde hay un elevado valor agregado por las piezas originales.
En otros segmentos más masivos, dijo, la IA tiene presencia en la detección de tendencias de los consumidores, a través del análisis de grandes cantidades de información, para definir colecciones o publicidad personalizada para millones de usuarios.
“El consumidor también es impactado desde el comercio electrónico, en particular desde estos marketplaces, donde gracias a la IA se puede llevar a cabo la trazabilidad del cliente y entender cuáles son sus pasos dentro de una la plataforma, por qué no concretó una compra, cuántos segundos pasaron en línea, qué vieron, todo eso es información, es data que analizan las empresas mediante tecnología para tomar decisiones más estratégicas de ventas”, explicó la consejera de CANAIVE.
En 2019, Microsoft presentó soluciones basadas en distintas tecnologías, para que consumidores y productores puedan ver mediante probadores en pantallas cómo les quedará una prenda
Añadió que agencias como WGSN pronostican las tendencias por medio de motores de búsqueda basados en IA, los cuales analizan lo que está ocurriendo, por ejemplo, en las redes sociales, en materia de conversación sobre moda y belleza.
La encuesta de Ericsson señala que la IA también cambiará los estándares de belleza, ya que seis de cada 10 expertos prevén un aumento en los procedimientos de cirugía plástica para lograr el aspecto humano sintético perfecto.
“Curiosamente, mientras que los optimistas de la IA creen que será bueno para ellos mismos, muchos temerosos de la IA esperan consecuencias negativas”, dice el documento.
Otra de estas consecuencias negativas puede referirse al tema del empleo. Organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Goldman Sachs han advertido que esta tecnología tendrá implicaciones negativas sobre millones de empleados en el mundo que podrán ser sustituidos por máquinas o software.
Marisol Conover consideró que en el caso de la industria de la moda algunos de estos afectados podrían ser los modelos de catálogo, quienes, dijo, seguramente van a ser sustituidos por programas de IA que creen imágenes o fotos realistas para las marcas y tiendas de ropa.
“Ese tipo de modelos claro que se van a sustituir por avatares, como ya lo hizo Tommy Hilfiger, que mejor compró un stock de avatares, y muchas marcas van a empezar es hacer eso”, opinó la experta.
69 por ciento de los consumidores prevén que en el futuro la Inteligencia Artificial dictará las tendencias de la moda
En medio de estas preocupaciones, Ericsson indicó que también hay optimismo sobre el posible impacto positivo de la IA en la industria de la moda. Destacó el caso de la Unión Europea, donde se están implementando nuevas regulaciones para obligar a las empresas de moda a mitigar su huella ambiental.
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“Dos tercios de los participantes de la encuesta anticipan que este impulso regulatorio llevará a la IA a priorizar la creación de tendencias de moda de bajas emisiones para 2030. Además, se espera que la IA desempeñe un papel fundamental en la reutilización de ropa en desuso para alinearla con las tendencias actuales para la reventa”, indicó el reporte.
Refirió que hay iniciativas como la de la empresa sueca Mikrofabriker AI, que se centra en el rediseño automatizado de prendas, ya están en marcha, lo que indica un cambio hacia prácticas sostenibles.