Entre la variedad de piedras preciosas que existen en el mundo, los diamantes han sido considerados dentro de las más codiciadas y simbólicas que a lo largo de la historia han sido protagonistas no sólo de las historias de amor más románticas, sino también han inspirado grandes obras de la cinematografía y la literatura.
Dentro de la gran diversidad de estilos, cortes y formas, los diamantes negros siempre han sido un misterio para la humanidad, al grado que se ha pensado que provienen del espacio exterior.
"Esta gema, también llamada carbonada, es considerada como una rareza por el proceso minero con el que se logra, así como por su estructura interna con inclusiones de grafito bajo la capa cristalina. Ahora acercamos al mercado mexicano a este acertijo de estilo, a través de una nueva colección de siete anillos de oro blanco con incrustaciones de este tipo, titulada 'Enigma que cautiva'", explica Noemi Cortés, representante de Joyerías Bizzarro.
La experta en joyas dice que el negro se distingue por emanar elegancia y elevar el porte de quien lo usa. "Esta tonalidad tiene la capacidad de modificar siluetas, así como de agregar un sentido de exclusividad a cualquier decoración. Este tono ganó gran reputación de la mano de los nobles de la Edad Media y fue gracias a la corriente impresionista que vivió durante varios años con la idea de ser un color inexistente. Actualmente, el pigmento se posiciona como un uno incoloro, lo cual agrega más misterio, contradicción y lujo a cualquier elemento que lo posee, incluso las gemas".
Los accesorios con incrustaciones de diamantes de este tipo han ganado mucha popularidad en las últimas décadas. "Si bien se habla de que algunos personajes históricos, como la princesa rusa Nadia Vyegin Orlov, fueron dueños de grandes joyas de diamantes negros, son nombres como Angelina Jolie, Cate Blanchett o Evan Rachel Wood que han potenciado el deseo por las mismas. Porque desde Hollywood, hasta la élite de México, todos reconocen que son el complemento perfecto para looks de gala en cualquier color. Portar estas gemas hacen que cualquier vestido o traje sea sinónimo de opulencia", afirma Cortés.
El contraste de las incrustaciones de diamantes que absorben la luz sin refractar o reflejarla, con el oro blanco, crea una estética refinada. "Cada uno de los componentes de la colección se inspira en el reflejo del firmamento en una noche estrellada, describiendo una colección muy cósmica, tal como el componente principal".
Noemi dice que las variaciones entre cada una de las piezas recaen en el grueso del anillo en la parte de las incrustaciones de las carbonadas y el acomodo de la combinación que se tiene con los diamantes más cristalinos. "La idea es crear distintos estilos".
El origen de los diamantes negros
Los expertos en joyas del sitio Gioiellis describen que no todos los diamantes negros tienen el mismo origen. "Hay diamantes que se han vuelto negros sin ser negros de origen y hay diamantes naturales de fantasía. El color negro natural, se produce por la inclusión de grafito en la estructura cristalina durante la formación de la gema, hace millones de años, antes de que los depósitos de kimberlita (minas profundas de donde se extraen las piedras) alcanzaran la superficie terrestre. La diferencia entre los diamantes blancos o incoloros, y los negros naturales, es que estos últimos tienen la inclusión del grafito y los transparentes no. En cambio, la estructura cristalina es la misma. En su estado natural estas piedras se encuentran en muy pocos lugares, especialmente en Brasil y África Central.