El 23 de junio se celebró la apertura de la Semana de la Alta Costura, un escaparate de las últimas tendencias donde destacó el encuentro Vogue World. Este evento rindió tributo al centenario de moda francesa y su intersección con el deporte.
La modelo Cara Delevingne, fue la anfitriona de esta celebración que reunió a 500 participantes, entre ellos, 188 súper atletas, 151 modelos, 70 bailarines y una orquesta de 40 músicos. Todo esto tuvo lugar en la icónica Plaza Vendôme, en el corazón de París, donde a través de una línea del tiempo, se describió el importante papel del diseño de moda y el deporte, como disciplinas permanentes en la historia del mundo.
Una deslumbrante pasarela dirigida por el aclamado diseñador Jean Paul Gaultier, quien presentó su colección con 26 ciclistas del Tour de Francia, dio inicio a la gran celebración. Los atletas portaban una bandera de Sacre Populaire, una organización sin fines de lucro dedicada a combatir la pobreza y promover la inclusión. Los directivos de Vogue Francia, comprometidos con esta noble causa, donaron parte de las ganancias del evento a esta causa.
Los “atletas de la moda”, un grupo de couturiers vestidos con sus tradicionales batas blancas, representaron a los artesanos de la alta costura parisina. Estos maestros de la creación fueron los responsables de las impresionantes piezas presentadas en el desfile, destacando la importancia de su meticuloso trabajo.
Uno de los momentos más esperados fue la referencia a la tradición francesa de “le cours de garçon de café”. Esta costumbre, que data de 1914, es una carrera de meseros que sostienen una charola con una taza de café, la cual, fue revivida en el desfile con la participación de celebridades como Jeremy Pope, Alton Mason y Maluma, quienes aparecieron en esmoquin y participaron en una coreografía de bailarines inspirada en esta divertida competencia, todos portando prendas de alta costura de la casa francesa Fursac.
La firma Chanel tuvo un papel destacado en el evento presentando sus primeros vestidos de 1924 adornados con lentejuelas, plumas y flecos. La relación entre la moda y el deporte también sirvió de inspiración para la presentación del Tour de Francia, con la cantante francesa Aya Nakamura luciendo un vestido icónico de la marca de lujo francesa.
La década de 1930 fue representada por Cristóbal Balenciaga, quien llegó a París en 1937, relacionando su interesante historia con el atletismo. Dos de sus vestidos más emblemáticos de esa época fueron presentados junto a una carrera simbólica, destacando su impacto en la moda parisina.
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Los años 40 fueron recreados por la marca Jacquemus, que ofreció una presentación acuática que hacía referencia al nacimiento del bikini en 1946, una prenda tan controvertida en su momento que las modelos se negaban a usarla, y tenían que ser presentadas por artistas de cabaret. La cantante americana Sabrina Carpenter abrió este segmento, luciendo un bikini inspirado en los marineros franceses.
El icónico “New Look” de Dior de los años 50 fue revivido por Marine Serre, quien presentó banderas hechas de mascadas recicladas, fusionando moda con sostenibilidad. Hermès, símbolo de la equitación, destacó con una presentación de su colección de los años 60, con Gigi Hadid y Kendall Jenner montando a caballo.
Las décadas siguientes recrearon a Paco Rabanne y Courrèges donde la moda y la esgrima en los años 60, se convertían en todo un estilo de vida; en este contexto apareció Chloe Kim, campeona mundial de snowboard, luciendo un vestido futurista.
En los años 70, la gimnasia, el Studio 54 y la discoteca parisina Les Ballets, inspiraron una colorida presentación; mientras que los años 80 rindieron tributo a las artes marciales y a los cuturiers japoneses Yohji Yamamoto y Rei Kawakubo creativos de Comme des Garçons. Agregando también la aparición de la casa francesa Saint Laurent en un desfile de sastrería.
En los años 90, Alaïa presentó una reinterpretación de su icónico vestido en homenaje a la revolución francesa, con la participación especial de Bad Bunny y Katy Perry.
Serena Williams abrió el segmento del inicio del nuevo milenio en el 2000 con una presentación de “Off-White” inspirada en el tenis, cerrando con un espectacular segmento de baile internacional.
El evento culminó con la aparición del súper atleta de la NBA, Victor Wembanyama, y la leyenda del atletismo francés, Marie-José Pérec, representando la década de 2020. Vogue World en París fue una celebración de la moda y el deporte, uniendo tradición y contemporaneidad en un escenario único.
El magno evento no sólo fue un tributo a la rica historia de la moda y el deporte en París, sino también un vistazo al futuro de estas disciplinas. Magistralmente ejecutado, mostró cómo ambas disciplinas pueden coexistir y complementarse, reflejando la esencia de dinamismo, ingenio y vanguardia de París.