En las películas de Pedro Almodóvar todo tiene un sentido y un significado, en ellas, tanto la moda, como el diseño de los espacios llevan detrás una importante narrativa.
Esto se aprecia una vez más, en su más reciente filme, La habitación de al lado con la que el director español obtuvo ayer, el León de Oro del Festival de Cine de Venecia.
En esta cinta, Almodóvar vuelve a hacer del color, las texturas y el diseño, una herramienta eficaz para atrapar la atención del espectador, aportando a los personajes la configuración de su identidad y sus actitudes.
“Me gustan mucho los sofás en verde; el verde se está convirtiendo en un color en el que reincido”, dice Pedro Almodóvar en un video en redes sociales, donde describe la ambientación de una de las escenas principales de La habitación de al lado, (previo a su estreno), donde aparecen las protagonistas, Tilda Swinton y Julianne Moore, sentadas en un sofá.
“El jarroncito amarillo de atrás para mí es muy importante. Tilda lleva un jersey descomunal de Loewe, ella no me lo ofreció, vi que se lo había comprado y le dije, oye lo vamos a sacar, porque me gustaba mucho cómo le quedaba.
“Como se van a dormir, (habla de la escena) Julianne lleva puesto un chándal, que no es de terciopelo pero es muy cómodo; y la tela que hay detrás de la cabeza de Tilda es de Farbacete, que me gusta mucho”, describe el cineasta.
La alta costura, una de las protagonistas de Almodóvar
La presencia de diseñadores y marcas de lujo internacionales ha sido crucial a lo largo de la cinematografía del oriundo de Calzada de Calatrava, España.
En Los abrazos rotos, para mostrarnos al personaje principal interpretado por Penélope Cruz, quien vive en una “cárcel de oro”, recurre al diseño de Karl Lagerfeld para la casa Chanel creado en 1992.
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Esta firma de alta costura ha sido una constante en la filmografía del creativo, como lo hizo en el filme Tacones Lejanos, con la actriz Victoria Abril, quien portó un traje sastre de esta marca, creando un contraste de estilo y personalidad con el personaje de su madre, interpretado por la icónica actriz y una de las musas de Almodóvar, Marisa Paredes, quien lucía una imagen mucho más atrevida y moderna bajo el sello de la marca Armani.
A Paredes se le recuerda en esta cinta portando un vestido verde de la casa italiana, en la famosa escena donde interpreta la canción Piensa en mí.
Estos detalles también los encontramos en la película Kika, personaje principal interpretado por la actriz Verónica Forqué, quien proyecta una imagen divertida a través de prendas de la colección primavera-verano 1992 de Versace.
En este filme, una de las “chicas Almodóvar”, Victoria Abril, en su papel de presentadora excéntrica, luce las creaciones de Jean Paul Gaultier, en los que se muestran jumpsuits de vinilo inspirados en los trajes típicos del baile de flamenco, en los que deja los senos descubiertos y otros que incluyen un casco con una cámara integrada.
Todos éstos fueron confeccionados especialmente para esta producción que ocupó las principales marquesinas internacionales en 1993.
Gaultier, también estuvo presente en la película La mala educación (2004) con el vestido transparente que utilizado por Gael García.
Entre la lista de diseñadores que han sido parte de la obra de Almodóvar, no podían faltar los creativos españoles, entre los que destacan, Francis Montesinos con la icónica camisa de su protagonista en la Ley del deseo o el desaparecido David Delfín en Los amantes pasajeros.
También Dior brilla en Julieta y Balenciaga viste a Tilda Swinton en el cortometraje La voz humana.