Ramón Monegal crea la generación de “guardianes del perfume de autor”

El reconocido perfumista español, visitó nuestro país para hablar de la verdadera cultura del perfume, misma que ha heredado a sus hijos y nietos

Gerardo León | El Sol de México

  · domingo 18 de junio de 2023

Ramón Monegal con sus hijos Óscar y Laura / Ramón Monegal

El perfumista español Ramón Monegal dice que lleva perfume en la sangre. Su padre y su abuelo le inculcaron los verdaderos valores del arte de crear un aroma, mismos que ha tenido que defender ante los avances de la moda, las tendencias y en particular, la superficialidad.

Así ha creado la marca que lleva su nombre, la cual fue para él un gran logro en su vida, en el que pudo desarrollar sus propios métodos y filosofía para explicar al mundo el significado del perfume.

El perfumista es la nariz de la marca Adolfo Domínguez / Foto cortesía Ramón Monegal

“Nací en una familia donde siempre se habló del perfume, debo llevar en la sangre algo de perfume. La empresa pertenecía al grupo Puig, una de las firmas más grandes de Europa que cuenta con varias e importantes marcas; con eso quiero decir que no trabajaba en libertad sino bajo los términos de esa firma.

“Fue hasta 2008 que llegué a un acuerdo con la familia Puig para salirme y decidí hacer mi propia marca y no pertenecer a nadie para hacer lo que realmente me gusta y dar a conocer al mundo la idea de que un perfume debe acercarse al arte; la diferencia entre diseño y arte es que en este último, tienes la libertad total y el diseño es donde trabajas con una serie de condiciones, logísticas y mercadotecnia. Abrí una tienda en Barcelona para encontrar la relación entre el perfumista y el cliente, porque ningún perfume hecho de manera comercial, está firmado por el perfumista, todas las creaciones del arte están firmadas por su creador y en nuestra empresa no pasaba eso. Abro la tiendo y hago mis colecciones”, narra Monegal.

Todos sus conocimientos en torno a su profesión, los ha descrito en libros que son su legado, una memoria en la que ha escrito su vida inmersa en el mundo de los aromas. En 1979 llega su primer bestseller, Alada, y accede a la dirección perfumística de Myrurgia. Posteriormente en 2012 lanza al mercado el libro La perfumista.

Defiende los valores en la creación de aromas / Cortesía Ramón Monegal

“Escribí La perfumista, el resumen de mi vida, son mis memorias, el inicio de la colección de mis perfumes y de mis características como perfumista de formación clásica que ha vivido el final de la edad de oro de la perfumería y el inicio de la perfumería contemporánea. Describo mi evolución, la etapa donde tenía la responsabilidad de comprar y buscar todo lo que lleva un perfume: las rosas, el iris, ir a los viveros, todo eso que hacen los verdaderos perfumistas y que no hacen los de laboratorio quienes no tienen esa responsabilidad, esa filosofía en la que se basa el perfume”.

El experto dice que como parte de sus obsesiones está el descifrar el mensaje del olor, el cual, “existe porque hay una comunicación con los sentidos que los animales entienden bien y nosotros no, por eso no se puede juzgar un perfume sólo con decir ‘me gusta o no me gusta’. Los seres humanos tenemos un olor propio que cualquier perro reconoce, al igual que reconoce nuestro estado anímico por el olor, nosotros no tenemos capacidad de detectar los olores de esa forma. Sabemos construir nuestra imagen visual, el maquillaje, la ropa; tenemos información por muchos lados que nos lleva transmitir un carácter, una actitud y después cogemos cualquier perfume y nos lo aplicamos para salir a la calle. Pero hay que saber que nuestro mensaje olfativo va por delante nuestro, eso es muy importante. Hay perfumes bien llevados y otros no. Sólo tenemos información de la perfumería dominada por la moda y las marcas”, dice el perfumista.

Agrega que la esencia de la perfumería que vine de miles de años se está perdiendo y ahora se impone la idea de que hay cosas para hombre y para mujer o unisex, pero, “el arte del olor no tiene género eso no existe, eso ha sido impuesto por la moda, eso de invierno, de verano… No existe, podría ser injusto porque la verdadera esencia del perfume es el arte, porque la visión que tiene la moda es siempre externa o superficial no tiene valores. Es importante que cuando nos hablen de ingrediente sepamos de lo que estamos hablando y apreciar que el olor que transmite en el aire una flor, los insectos lo detectan a varios kilómetros de distancia, para después reproducirse, dentro de un perfume hay una parte de seducción que la dan las flores, los bichos detectan el aroma de la madera de los árboles y ahí hacen su casa, la persona que utilice un perfume debe decir llevo un cedro, llevo una madera, llevo conmigo estabilidad y equilibro; cuando hablas de todo esto empiezas a entender cuáles son los valores del perfume”, expresa.

El español afirma que un perfume ajeno a la creación te puede contar cualquier historia, pero cuando te lo explica el perfumista te explica los valores que quiere transmitir a partir de una historia, la cual puede durar hasta ocho horas. “es la unión con lo que haces y una interesante historia de hace miles de años la cual posee el valor de complementar, de sumar y mejorar, porque le perfume siempre ayudará a ser mejor aceptados en la sociedad, algo que es muy positivo.

“He hablado con muchas personas que me dicen yo no me perfumo, pero lo que nos sabes es que a partir del olor transmites lo que tú quieres transmitir con tu propia imagen, así los hace un escultor, un poeta, un músico, o un artista polifacético.

“Esta gente de la moda está acabando con la verdadera esencia de la perfumería y yo transmito un mensaje que la vez se lo transmito a mis hijos y a mis nietos, nosotros los Mondegal, nos debemos convertir en guardianes del perfume, que seamos unos cuantos los guardianes de los valores que estamos dando a conocer al mundo. No soy una marca que sólo quiera vender, no soy de nicho ni nada de eso”.

La editorial Planeta que ha sido la encargada de publicar sus libros lo define como un creador que “imagina y compone sus perfumes como si de poesías olfativas se tratasen e interviene también en el desarrollo narrativo conceptual y en el diseño formal”.

Siesta, su nueva fragancia / Cortesía Ramón Monegal

Mondegal ha creado los perfumes para reconocidas marcas como Adolfo Domínguez, Don Algodón o Massimo Dutti, entre otras.

“Soy la nariz de Adolfo Domínguez, un buen amigo desde hace años, quien alguna vez me dijo ‘oye Ramón de perfumería no entiendo nada, pero tú sabes ¿qué hay algo peor que alguien vaya vestido igual que tú a un evento? Alguien que huela igual que tú. Pero lo que él no sabía, es que cuando nos aplicamos un perfume, éste cambia. Tu olor huele diferente al de otros porque nuestro cuerpo tiene un olor y el perfume se adapta a él. Un perfume es una composición de olores que evoluciona como una historia, hay un desconocimiento sobre este tema”.

Ramón Mondegal recientemente llevó a cabo el lanzamiento de su nueva fragancia Siesta, cuyo nombre hace referencia a la sexta hora romana del día. “Es un momento de pausa y descanso justo en la mitad de la jornada laboral de 12 horas de luz, para reunir energías para afrontar el resto de la jornada o resistir una noche larga. Es un concepto inspirador para el siglo XXI. Lo reivindico como un momento reset, de reinicio, un oasis en medio del desierto, o un momento de intimidad... ” Do Not Disturb”. El concepto me provoca.

"Inventar un perfume es mi reto. Lo interpreto en color verde. El color es su olor y su olor es su color. Olor y color de tranquilidad, calma, naturaleza, pero también de esperanza, armonía, estabilidad, seguridad, confianza o fertilidad. Es refrescante, relajante y motivante al mismo tiempo, pero sobre todo, te hace sentir bien.

Sin género ni tiempo, genera una imagen olfativa para una persona que destila liderazgo, inteligencia, independencia, amor por la naturaleza y que posee además los valores del olor y del

color”.