Uno de los tesoros mejor guardados de las mujeres son las joyas. En ocasiones, algunas valen más por su valor sentimental que por su precio, por lo que cuidarlas y mantenerlas en buen estado resulta fundamental para su conservación.
Accesorios de alto valor como los anillos de compromiso o de matrimonio, las pulseras de oro, y la pedrería fina como las perlas, los diamantes, rubíes, entre otras, se convierten en elementos inseparables para el día a día, momentos especiales y los viajes, por lo que pueden estar en riesgo constante.
“El verano es una temporada maravillosa para lucir tu joyería favorita, pero también puede ser una época desafiante y dañina. Por lo que debes tomar en cuenta aspectos básicos para que las piezas mantengan su brillo y autenticidad hasta llegar al invierno y al otoño”, dice Paulina Villalpando fundadora de la firma PAAR, en un comunicado.
La experta comparte sus mejores consejos para mantener la joyería en las mejores condiciones, tanto en la rutina diaria como en los viajes, sobre a todo a lugares de condiciones extremas.
“El primero es evitar el contacto con productos de cuidado personal. Procura quitarte las joyas antes de lavarte la cara, usar productos de skincare, o de aplicar bloqueador solar, crema o perfume. Los químicos y aceites en estos productos pueden dañar el metal y opacar las piezas.
“Además debes tener cuidado con los anillos cuando hagas ejercicio. Al hacerlo, especialmente levantando pesas, debes quitártelos ya que el esfuerzo y el contacto con los equipos del gimnasio pueden dañarlos o deformarlos”, sugiere Villalpando.
Si estás de vacaciones, dice, no es bueno meterte a nadar con las piezas de metales delicados, porque, “el cloro en las albercas y la sal del mar, pueden dañar la estructura del oro y la plata”.
Agrega que es necesario que este tipo de accesorios eviten el contacto con el mar y la arena. “El agua salada y la arena pueden rayar o maltratar las gemas. Es mejor guardarlas en un lugar seguro antes de ir a la playa. Además, pueden caerse y perderse al nadar”.
Lo que no debe faltar en la maleta
Para salir librados de todos estos contratiempos, recomienda seleccionar las joyas adecuadas para cada actividad: “Es mejor evitar las piezas con baño de oro, ya que el sudor puede afectarlas. Si se llevan joyas con gemas, se recomienda elegir las más duras y resistentes, como el rubí, el zafiro o el diamante.
La clave para viajar es empacar accesorios que sean versátiles, y que puedan funcionar tanto para día o de noche, y que no ocupen mucho espacio en la maleta.