La severidad del cambio climático, ha hecho reflexionar a las grandes industrias y sobre todo a la de la moda, que está comprobado que actualmente es una de las que más contaminan el planeta. Y hasta ahora, no ha quedado del todo claro que los consumidores también tienen una responsabilidad con el medio ambiente.
La producción masiva de ropa, potenciada por la constante actualización de tendencias, según Greenpeace, genera cerca del 10% de las emisiones mundiales de efecto invernadero que además provienen en un 80% de los países del hemisferio sur donde se fabrica la inmensa mayoría de prendas.
"Más allá de la responsabilidad que deben de tener las empresas, los consumidores pueden tomar varios caminos para reducir la huella contaminante en su día a día, sobre todo en la compra de su ropa, accesorios y calzado", explica Ana Isabel Orvañanos, country manager de la plataforma GoTrendier, un marketplace que tiene la misión de vincular el consumo de moda hacía una economía circular.
La experta describe algunas recomendaciones para lograr mejores decisiones de compra y aprovechamiento de las prendas.
Conoce de dónde viene tu ropa: Así como es importante cuidar que los productos de belleza no sean probados en animales, cuando se trata de ropa, debemos fijarnos en la trazabilidad del producto. ¿Qué materiales se usan para fabricar las prendas? ¿Quién está detrás de la producción? Según el Fashion Transparency Index 2022, el 46% de las marcas fijan un objetivo sobre el uso de materiales sustentables, sin embargo, solo el 37% define cómo se constituyen dichos materiales.
Crea un armario cápsula: Se trata de tener prendas de colores neutros y atemporales como el negro, blanco, azul marino, rojo entre otros, que te permitan crear una gran variedad de combinaciones para tu día a día. Apuesta por básicos que te ayuden a construir un look que puedas transformar de acuerdo a las temporadas del año.
Invierte inteligentemente: No es necesario adquirir ropa cada temporada, un clóset inteligente se basa en un 80% de piezas básicas y 20% de tendencia.
La Guía del consumo responsable publicada por Greenpeace propone que con los cuidados correctos, una pieza pueda durar más tiempo, incluso para ser reutilizada por un segundo usuario aprovechando al máximo la vida útil de cada artículo. Actualmente existen plataformas digitales que invitan al público a vender y comprar prendas de segundo uso.
“La reventa de prendas se ha dado tradicionalmente en canales físicos como tianguis y bazares, pero el boom del e-commerce, ha abierto la posibilidad de acelerar el mercado de segunda mano a favor de un consumo más responsable ”, concluye Orvañanos.
