Silvia Pinal (1931-2024) su estilo inmortal y el famoso vestido con el que posó para Diego Rivera

La imagen impecable de la última diva del cine mexicano, quedó registrada en la obra de uno de los grandes muralistas de la historia de México

Gerardo León / El Sol de México

  · sábado 30 de noviembre de 2024

La primera actriz mantuvo un estilo único toda su vida / Foto: Cortesía @silviapinal_oficial

Entre más pasaba el tiempo, los nervios iban en aumento; era de esperarse, puesto que sería la primera vez que estaríamos frente a la última diva del cine mexicano, en aquella casona del Pedregal de los años 40 donde María Isabel (película 1968), discutía con el amor de su vida junto a la gran alberca cerca de la sala.

Finalmente, nos abrieron el gran portón de madera que resguarda la casona de la gran Silvia Pinal (1931-2024) quien aún no se encontraba, porque había ido al salón de belleza para peinado y maquillaje; tenía que lucir radiante para la entrevista.

En aquella ocasión nos daría su receta para el pavo de Navidad, con el que cada año deleitaba a la familia, era a la naranja y al vino blanco, ahí nos relató los momentos más especiales de esa celebración.

“Aquí toda la banda se la pasa muy bien en Navidad, nadie se queda sin comer pavo y hay de todo, incluso mariachi”, dijo sentada en el comedor, cerca del retrato con el que el maestro Diego Rivera la inmortalizó, en 1956, portando un elegante vestido negro que pasará a la historia.

La prenda es una de las piezas más famosas e icónicas de Silvia Pinal, que incluso fue seleccionado para formar parte de la exposición El arte de la indumentaria y moda en México presentada en 2016 en el Palacio de Iturbide.

El vestido fue confeccionado especialmente para la pintura, por el diseñador mexicano Tao Itzé. La silueta es entallada, corte sirena y de alcatraz con escote en U. El peinado fue recogido, lo que le permitió lucir el escote amplio, que dejaban al descubierto los hombros y la espalda.

“Sus peinados eran espectaculares y representativos de cada década, lucían siempre impecables ya fuera recogidos, en ondas suaves, corto o largo, lo que nos dice mucho de cómo le gustaba tomar riesgos y estaba al tanto de las tendencias del momento”, dice el especialista de moda Rubén Kuri.

El vestido ha tenido varias réplicas, incluso, la actriz Itatí Cantoral, portó una recreación de éste en la bioserie que mostraba la vida y obra de Silvia Pinal.

La primera actriz tenía 25 años cuando portó el diseño para el reconocido muralista mexicano, quien se encontraba en la fase final de su carrera.

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Y de acuerdo a la biografía oficial de la actriz, la propuesta del artista primero fue pintarla desnuda, a lo que Pinal se negó, optando por el vestido negro.

Su estilizada silueta sirvió de inspiración para los grandes modistos de los años 50, 60 y 70, luciendo las últimas tendencias en las galas más importantes del ámbito nacional e internacional.

"Siempre fue reconocida por portar vestidos clásicos y atemporales. Siempre muy femeninos y bien estructurados, para enaltecer su increíble figura, convirtiéndola en un icono de moda en México.

"Un gran ejemplo de esto fue su participación en el Festival Internacional de Cine de Cannes en 1961; era la época dorada del cine nacional, representando a México con un vestido de seda blanco con escote cuadrado y guantes largos, diseño que impuso tendencia en su época y que sigue presente hasta nuestros días”, dice el especialista en moda, Rubén Kuri en una reseña sobre el estilo único de la última diva.

El cuadro con el que Diego Rivera la inmortalizó

Lo que pocos saben, es que la idea del cuadro surgió cuando la diva se encontraba decorando su casa del Pedregal, en Ciudad de México, recién estrenada. La residencia fue construida por el arquitecto Manuel Rosen, quien sugirió que fuera el maestro Diego Rivera, el autor de la pieza que se convertiría en la protagonista de la estancia principal de la casa.

¡De acuerdo a especialistas de arte, el valor del cuadro se calcula en los tres millones de pesos, aunque se desconoce su valor real, tras la reciente muerte de la actriz y actualmente pertenece a su familia. El autor entregó la obra el 3 de noviembre de 1956.

Sin embargo, en una entrevista para la revista Domingo en 2013, la actriz mencionó que la pintura sería donada en comodato al Museo Estudio Diego Rivera tras su fallecimiento, garantizando que permanezca como parte del legado cultural de México.

“El estilo de Silvia Pinal en las últimas décadas de su vida, me fascinaba, porque es la prueba de que una persona debe cuidar su imagen hasta el último momento de su vida. Como una diva consolidada, fue el ejemplo más bonito de que el ser un icono de moda, radica mucho en la confianza, la autenticidad y ser fiel a ti mismo; su belleza y talento seguirán inspirando a muchas generaciones”, concluye Kuri.