Paulo Succar creció rodeado de telas, pieles y un sinfín de zapatos. Nació en León Guanajuato y es el nieto del fundador de la marca de botas Siete Leguas.
Heredó de su familia el gusto por el diseño, el talento lo desarrolló después. Decidió enfocarse en otro tipo de concepto basado en las tendencias de la moda internacional y dedicado no a cualquier tipo de hombre, sino aquellos que tuvieran el gusto por la moda, y a las creaciones arriesgadas, prendas diferentes que, “en Londres las puede usar el hombre hetero”, dice.
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Estudió diseño de modas en Nueva York y Barcelona, pero radicando en Los Ángeles fue donde una importante agencia de relaciones públicas descubrió sus diseños, para que estos llegaran a formar parte del vestuario de celebridades como Bruno Mars, Solange Knowles y Kendrick Lamar, entre otros.
De hecho, una de sus colecciones inspirada en David Alfaro Siquieros fue publicada en la revista española Fucking Young de España y New Woman de Nueva York, además de que ha presentado sus colecciones en Toronto, Canadá.
Actualmente Succar está presentando una nueva línea de moda masculina en la Ciudad de México y cuenta con su showroom en la colonia Juárez.
"Conforme más hacía cosas en el extranjero, más cosas pasaban en México. Presenté mi colección en Nueva York, y fue cuando conocí al diseñador mexicano Ricardo a Seco, quien me invitó a trabajar con él como asistente creativo; después conocí a Kris Goyiri y Francisco Cancino entre otros", recuerda.
Sobre sus diseños dice: "Mi propuesta no se define por tener una bandera de que sólo es para la comunidad LGBT+, aunque sí son prendas que buscan exaltar la parte femenina en la silueta masculina, pero con el discurso que yo imprimo en cada pieza. Tenemos básicos con cierto estilo que se pueden llevar muy bien para quien lo desee."
“No me gusta encasillarme en un solo concepto. En México los hombres son muy conservadores, pero en la burbuja de las colonias Roma, Condesa, Juárez hay más personas que pueden entender esta propuesta, sobre todo los extranjeros" añade.
“Mis diseños son para personas con sensibilidad ante la tendencia de la moda actual; hay transparencias y en general siluetas creadas con telas femeninas aplicadas en prendas masculinas".
En su producción surge el reto ante la confección de prendas con calidad, pero Paulo se enfrenta a la poca variedad de telas que hay en nuestro país.
"Me posicioné haciendo estampados en sacos, pantalones y corbatas, entre otras prendas. Yo quería imprimir en fibras naturales y fue todo un reto porque tuve que irme a Colombia para poder hacerlo. En Medellín encontré un proveedor que lo hace increíble, encontrar telas premium en México es muy difícil. El reto siempre es la producción de calidad y aquí es más complejo lograrlo".
El arte, la música y las expresiones creativas son la base e inspiración de sus líneas de ropa
"Mis clientes mexicanos y en general los que conozco están relacionados con el arte, les gusta viajar, son DJs o simplemente les encanta ir a festivales de música, es el tipo de persona al que va dirigida mi ropa… Buscan verse bien sin importar si la camisa es transparente o si el pantalón les hace pompa. Es el tipo de cliente que quiera dar cierto toque diferente y especial a su look."
La arquitectura ha estado siempre presente en su mente a la hora de crear, incluso un momento complicado relacionado con este tema sirvió para desarrollar algunas piezas.
"Siempre me ha gustado la arquitectura, incluso tuve una relación con un arquitecto donde aprendí mucho sobre formas y geometría. Cree una línea basada en el art decó, (movimiento arquitectónico de los años 30 del siglo pasado), siempre hago un homenaje a las siluetas arquitectónicas".
Entre el pasado y presente
Ante la evolución de las tendencias que han ido de lo más ajustado a lo más holgado, llegando al oversize de tallas extremadamente grandes, el regreso de las pinzas y otros detalles, Paulo afirma que prefiere mantenerse al margen y crear patrones en lo que se aprecian algunos toques entre el pasado y presente.
"Tengo siluetas súper slim fit que son como una segunda piel y con toque futurista, y tengo pantalones de tipo sastre con cortes de los años 40. Hago una yuxtaposición del presente con el pasado, así es como juego con las siluetas de lo más ancho al slim fit."
Su más reciente colección lleva por título Volk (“gente”, en alemán) y está compuesta por prendas en las que resalta la combinación de gabardina con lycra con diseño elegante, en una paleta de color donde la premisa es hueso, arena y negro y acentos en glitter (brillo), rosas y magentas. "Sustituyo el print con la forja y los plisados".
Para Paulo la moda "es el refugio donde se me olvidan todos los problemas. Soy muy nervioso y preocupón, y cuando pasa algo de la nada me enfoco en ver telas y se me olvidan los problemas, es ese refugio en el que sé que todo va a estar bien. La moda es para lo que nací, es una forma de comunicar mis intereses, procesos personales, mis batallas ganadas".
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En el tema de la apertura hacia la comunidad LGBT+, asegura: "Yo fui muy buleado de niño y sigo cargando con eso, pero siempre trato de evitar ciertos ambientes que se prestan a la homofobia, me alejo de mentalidades cerradas, mis papás fueron muy abiertos de mente, por lo que rechazo cualquier tema, lugar o gente que no lo sea.
"Creo que dentro de todo lo malo decido ver lo bueno y creo que hay más bueno que malo en nuestro país, hay una evolución en cuanto a apertura y evolución espiritual, autoestima y aceptación", subraya.