Luego de dos años de pausa a causa de la pandemia, la ciudad de Mónaco ha celebrado el tradicional Baile de la Rosa, evento benéfico creado por la princesa Grace Kelly en 1954 y que tras su muerte, sus hijos, los príncipes Alberto y Carolina de Mónaco han continuado con su organización.
La fiesta de gala de los Grimaldi, este año reunió a los personajes más ilustres del principado, así como ha celebridades internacionales, entre los que destacaron Carlota de Casiragahi, Alexandra de Hannover, Tatiana Santo, Domingo y Beatrice Borromeo, la cantante Janet Jackson y al diseñador francés Christian Louboutin, quien estuvo a cargo de la dirección artística del evento, entre otros.
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El objetivo de la velada es recaudar fondos para la Fundación Princesa Grace, cuya labor filantrópica se basa en ayuda humanitaria.
Durante el evento, se realizaron sorteos y subastas de arte. Se ofrece una cena que ronda los 950 euros (aproximadamente 20 mil pesos mexicanos).
El menú que se ofreció fue de tres tiempos: Una coliflor con fondant de langosta azul y caviar; para el plato fuerte se degustó un rodaballo con mejillones y otro de cordero con setas y de postre fueron unas fresas salvajes y merengue.
Cada año, la gala está regida por una temática, que esta ocasión fue Los años 20, el regreso, misma que radicó en los glamurosos atuendos de los invitados.
A su llegada, a la Salle des Etoiles del Sporting Monte Carlo, la princesa Carolina de Mónaco acaparó los reflectores con un vestido de la colección de Alta Costura de Chanel, diseñada por Virgine Viard con el que cumplió al pie de la letra el código de vestimenta.
Se trató de un atuendo negro semitransparente con una falda estilo globo y detalles estampados en círculos. Que complementó con un bolero negro y un broche plateado.
Por su parte, Carlota Casirgahi, siguió los pasos de su madre y eligió un look de la firma Chanel, de la cual es embajadora.
Lució un conjunto de dos piezas en blanco. La blusa fue de tirantes con pronunciado escote en V y un moño negro, con incrustaciones de pedrería y transparencias, el pantalón con detalles plumas y flecos. Combinó con unas ballerinas bicolor. Su peinado fue un falso bob, tendencia de esa época.