En tiempos de crisis, la realeza británica ha tenido que echar mano de todas la herramientas posibles para salir avante de su más peligroso enemigo: la prensa del corazón.
Los problemas de salud del rey Carlos III y Kate Middleton, los miembros más mediáticos de la casa real, han mantenido de nueva cuenta la atención de los diarios y revistas del mundo. La hospitalización del monarca y su diagnóstico médico donde fue detectado con cáncer, ha provocado tensión en el ámbito internacional.
Ante esto, la oficina de prensa del Castillo de Windsor había creado un cuidadoso protocolo en cuestiones de comunicación, hasta que en estos días, Kate, princesa de Gales, fue vista en público por primera vez desde su hospitalización por una cirugía abdominal a mitad de enero, según reportes de medios estadounidenses que publicaron una foto en la que se le ve en un automóvil, cerca de Londres.
Todo parecía estar en calma hasta que el pasado domingo, el Palacio de Kensington publicó la primera foto oficial de la princesa desde su operación, pero la imagen fue retirada por la agencia de noticias, entre ellas AFP y otros servicios de prensa por estar visiblemente manipulada.
La Princesa de Gales se disculpó ayer públicamente y dijo que ella había sido la responsable de editar digitalmente la fotografía familiar del Día de la Madre divulgada a los medios pero retirada por agencias fotográficas internacionales. “Como muchos fotógrafos aficionados, de vez en cuando experimento con la edición. Quería expresar mis disculpas por cualquier confusión que haya causado la fotografía familiar que compartimos ayer. Espero que todos los que celebran hayan tenido un muy feliz Día de la Madre. C.”, se lee en un comunicado oficial.
En la imagen, aparecen Kate y sus tres hijos, y fue tomada por su esposo el príncipe William la semana pasada. El anuncio de la princesa no favoreció mucho para controlar la polémica, sino que provocó una especulación generalizada en las redes sociales, y según los diarios británicos, plantea dudas sobre la confianza del público en la familia real.
La comunicación sobre la operación y la convalecencia de Kate ha suscitado muchos interrogantes y críticas, el Ministerio de Defensa mencionó en su sitio web que participará el 8 de junio en un acto militar relacionado con el aniversario de Carlos III. Su oficina del Palacio de Kensington no confirmó esto y varias fuentes del entorno monárquico aseguran que no fueron consultadas previamente, retirando el anuncio.