Este martes, la reina Isabel II dio una muestra de apoyo a su hijo, el príncipe Andrés, al entrar de su brazo en la ceremonia de homenaje a su difunto marido, el duque de Edimburgo, fallecido hace un año.
Durante el homenaje al interior de la abadía de Westminster, la cual reunió a lo más selecto de la nobleza europea y de la sociedad británica, se sentía un ambiente de emoción antes de que comenzase el servicio religioso, después de que la salud de la reina se haya deteriorado de forma evidente en los últimos meses.
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Según lo programado, Andrés debía de haber entrado acompañado por su hija, la princesa Beatriz, antes del heredero a la Corona, el príncipe Carlos, y del segundo en la línea de sucesión, el príncipe Guillermo.
Cabe señalar que ante la delicada salud de la reina, es complicado verla en publico, aún más lo ha sido con el príncipe Andrés, quien en marzo alcanzó un arreglo multimillonario con la mujer que lo acusaba de abuso sexual cuando ella era menor, Virginia Giuffre.
El acuerdo evitó el juicio, pero no le ahorró el oprobio. La monarca ya le había retirado en enero sus títulos militares y sus patronazgos, si bien nunca le despojó del ducado de York.
Con su gesto de hoy, Isabel II, a juicio de los expertos en la realeza británica, recuerda que Andrés sigue siendo su hijo, pese a que ya no desempeñe obligaciones reales.
Pese a todo, no se prevé que Andrés participe en junio en las celebraciones por el Jubileo de Platino por los 70 años de reinado de su madre: una manera más de marcar la raya por Palacio entre su papel público y la persona privada.
Escándalo sexual
El príncipe Andrés enfrenta un escándalo sexual tras la demanda civil que presentó Virginia Giuffre, quien lo acusa de haber abusado de ella cuando era menor de edad.
Giuffre, que en repetidas ocasiones acusó al príncipe de haber abusado de ella cuando tenía 17 años, presentó la demanda en Nueva York en virtud de la Ley de Víctimas de Menores de esa ciudad.
La mujer, de 38 años, dice que el hijo de Isabel II abusó de ella sin su consentimiento y que incluso él estaba al tanto de que era víctima de la red de tráfico sexual de Jeffrey Epstein, condenado en EU por abusos sexuales antes de suicidarse en 2019.
En la demanda se señala que Giuffre sufrió angustia psicológica y emocional, al ser obligada a mantener relaciones íntimas con el príncipe en Londres y Nueva York.
"En este país ninguna persona, ya sea presidente o príncipe, está por encima de la ley y a ninguna persona, sin importar si no tiene poder o es vulnerable, se le puede privar de la protección de la ley", señala la demanda.
"Hace veinte años, el bienestar, el poder, la posición y los vínculos del príncipe Andrés le permitieron abusar de una niña asustada, vulnerable, sin nadie que la protegiera", agrega.
En 2019, Giuffre había asegurado que, después de haber sido presentada por Epstein al duque de York, este último le obligó a tener relaciones sexuales tres veces entre 1999 y 2002, cuando ella era menor, algo que el hijo de II ha negado rotundamente.
Giuffre admitió también que no fue fácil tomar la decisión de presentar la demanda, debido a sus responsabilidades como madre.
"Pero sabía que, si no iniciaba esta acción, les decepcionaría a ellos y a todas las víctimas", agregó.
El Duque de York permanece apartado de la vida pública
El escándalo que ha provocado este caso llevó al príncipe Andrés a comunicar en noviembre de 2019 que se apartaba de la vida pública por un plazo indeterminado para evitar dañar la imagen de la monarquía y de las organizaciones con las que él colaboraba.
Andrés se vio obligado, además, a apartarse de las funciones públicas después de que varias organizaciones con las que él estaba vinculado decidieran en 2019 distanciarse de él.
La última vez que el duque de York había sido visto en público fue el pasado abril en el funeral de su padre, el duque de Edimburgo, celebrado en el castillo de Windsor, a las afueras de Londres.
Se le quitaron títulos
Luego de confirmarse el juicio en Nuevo York por agresión sexual contra el príncipe, la reina Isabel II le retiró las afiliaciones militares y patrocinios.
"Con la aprobación y acuerdo de la reina, los títulos militares y patrocinios reales del duque de York fueron devueltos a la reina. El duque de York seguirá sin emprender tareas públicas y está defendiendo el caso como ciudadano privado", señaló el comunicado.
Con esta medida, el duque de York ya no es llamado Su Alteza Real.
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|| Con información de EFE ||
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