El pasado 21 de enero, la princesa Ingrid Alexandra, nieta de los reyes Harald y Sonia de Noruega cumplió 18 años, pero debido a la situación sanitaria, el gran festejo se retrasó y fue hasta este viernes que la segunda en la línea sucesora al trono escandinavo celebró por todo lo alto.
La serie de actividades conmemorativas comenzaron el jueves, con una cena que el Gobierno del país europeo ofreció como regalo a la hija de los príncipes Haakon y Mette-Marit, en la nueva biblioteca Deichman Bjørvika de Oslo.
Pero el acontecimiento más esperado fue la cena de gala de este viernes realizada en el palacio real de Oslo a la que asistió la “crema y nata” de las diferentes monarquías europeas.
Entre los asistentes al evento que fue considerado como la “cumbre de los futuros herederos”, destacó la presencia de Amalia de Orange, heredera al trono de los Países Bajos, Isabel de Bélgica, hija de los reyes Felipe y Matilde, Estela de Suecia, segunda en la línea de sucesión tras su madre, Victoria de Suecia.
Así como toda la familia real noruega y otros miembros de las diferentes realezas como el rey Felipe, Matilde de Bélgica, los reyes Guillermo y Máxima de Países Bajos, Federico y Mary de Dinamarca, Victoria y Daniel de Suecia, los príncipes Estelle y Oscar, los duques herederos de Luxemburgo, Guillermo y Stéphanie, entre otros.
Siendo el rey Felipe VI de España el padrino de la festejada, sin embargo a la celebración acudió solo sin su esposa ni hijas.
Para esta especial reunión la familia real nórdica, se publicaron una serie de fotografías oficiales, en las que la princesa se ha retratado con la mayoría de los invitados.
Posa por primera vez con tiara
La futura heredera, ha alcanzado la mayoría de edad, hecho que marca una etapa de grandes cambios y responsabilidades.
Como parte de sus regalos por su cumpleaños 18, le fue obsequiada una tiara con la que posó por primera vez en unos retratos oficiales difundidos a través de las redes sociales de la casa real.
Se trata de la tiara Boucheron Pear Circle, que tiene perlas engarzadas, diamantes entrelazados y engastados en platino, y perteneció a la princesa Ingeborg de Suecia, misma que recibió hace más de 120 años como regalo de su marido, el príncipe Carlos de Suecia.
Cuando la princesa Ingeborg falleció, quien heredó esta valiosa joya fue la princesa Ragnhild, hermana mayor del rey Harald y de la princesa Astrid, que falleció en septiembre de 2012.
Para estas instantáneas, la princesa ha elegido un atuendo “muy apropiado para la ocasión”. Fue un vestido azul marino que se ajusta a su silueta con escote barco y falda princesa diseñado por Alberta Ferretti y que fue el mismo que su madre Mette-Marit, lució en uno de los primeros actos oficiales tras anunciarse su compromiso con el príncipe Haakon.
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Sobre el, resaltan las diversas condecoraciones que le fueron asignadas, como la insignia de la Orden de la Casa de Su Majestad que le otorgó su abuelo al cumplir la mayoría de edad.
La princesa Ingrid Alexandra se convertirá en la primera mujer en ser reina de Noruega en los últimos 600 años, aunque esto sucederá después de su padre, Haakon.