Cada año, los británicos rinden honor a sus caídos durante la primera Guerra Mundial, lo que se denomina como “Remembrance Day” ("Día del recuerdo"), conocido también como el Día de las amapolas, que en la familia real se conmemora con una serie de actividades que este año culminarán este domingo con el Servicio Nacional del Recuerdo.
Como primer acto, la reina Camila inauguró el campo de recuerdo en la Abadía de Westminster, donde ha plantado su propia cruz de recuerdo frente a dos cruces de madera de las tumbas de soldados británicos desconocidos de la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
El evento anual, que marca el comienzo de las conmemoraciones del recuerdo de la nación, se ha celebrado todos los años desde 1928, cuando la fábrica de amapola trajo una bandeja de amapolas y una lata de colección a los terrenos de la Iglesia de Santa Margarita.
Solo se plantó un puño de amapolas alrededor de una sola cruz, pero comenzó una tradición que ha crecido a lo largo de las décadas, y ahora un mar de amapolas escarlatas cubre el cementerio de Santa Margarita en los terrenos de la abadía cada noviembre.
Después de los dos minutos de silencio, su majestad recorrió el campo de veteranos, representantes de organizaciones militares y miembros del público que habían plantado tributos en memoria de sus seres queridos caídos.
Por su parte, el decano de Westminster, el reverendo David Hoyle, compartió "por 95 vez en el campo del recuerdo nos reunimos de nuevo para recordar a aquellos que dieron su vida en los conflictos de nuestro tiempo para que pudiéramos disfrutar de la libertad y la paz".
Para la ocasión la reina eligió un atuendo sobrio y formal con un abrigo verde de manga ligeramente abullonada y detalles en negro que combinó con guantes de piel negros y unas botas altas de tacón. Su único accesorio fue un tocado negro con una pluma en color verde firmado por Philip Treacy. Asimismo, añadió un broche de la tradicional amapola roja, símbolo de estas celebraciones.
Esta noche, el rey Carlos III y la reina Camila asistieron al Festival del recuerdo en el Royal Albert Hall de Londres, acompañados de los príncipes de Gales, William y Kate, y otros miembros de la familia real.
Se trata de un concierto conmemorativo dirigido por la Royal British Legion, dedicado a todos aquellos que perdieron la vida durante el conflicto.
Asimismo, se realizó un homenaje para la reina Isabel II y su esposo, Felipe, el duque de Edimburgo, con la develación de dos estatuas de bronce de dos metros de altura hechas por el artista británico Poppy Field.