La mañana de este martes, la reina Isabel II hizo una aparición en el transporte subterráneo inglés, con motivo del acto oficial por la culminación de los trabajos de la línea que lleva su nombre y que forma parte de las actividades en honor al Jubileo de Platino.
El metro de Londres, considerado el más antiguo del mundo, se integra a la modernidad gracias a la Elizabeth Line cuya apertura se llevará a cabo el próximo 24 de mayo.
La nueva línea, es la encargada de unir de forma rápida el oeste y el este de la capital británica, tras un proyecto titánico que comenzó hace más de dos décadas.
La reina y su hijo, el príncipe Eduardo, Conde de Wessex, visitaron la estación Paddington, donde la soberana de 96 años emitió el primer boleto de viaje de la línea.
Durante su recorrido, también inauguró oficialmente una placa para celebrar la creación de la línea, misma que se montará de forma permanente en esta estación.
Asimismo, se reunió con el personal que ha sido clave para el proyecto Crossrail, así como con el personal de la línea que operará el ferrocarril, incluidos aprendices, conductores y personal.
El Palacio de Buckingham, que calificó el evento de “feliz acontecimiento“, apuntó que, “los organizadores estaban informados de la posibilidad de que pudiese asistir”.
Sobre su look, la madre del príncipe Carlos lució un atuendo muy colorido, compuesto por un traje amarillo a juego con su sombrero. En todo momento se veía sonriente mientras recorría las instalaciones de la nueva estación.
Esta visita fue la tercera de la reina al Metro inglés. La segunda fue en 2016 durante su construcción y la primera fue en 1969 donde se convirtió en la primera monarca reinante en viajar en el metro de Londres, cuando inauguró la línea Victoria.
Sobre la línea Elizabeth
Los planes eran que en diciembre de 2018 se inaugurara esta nueva ruta cuya característica principal sería el color violeta, pero a solo unos meses antes que eso sucediera, los ejecutivos del proyecto dieron la alarma de que no estaba lista.
Antes de la pandemia por Covid-19 se calculaba que unas 250 millones de personas usarían anualmente la Elizabeth, ahora las estimaciones se sitúan entre 170 y 200 millones en el horizonte de 2026.
La línea enlaza los dos grandes centros financieros de Londres, la City y Canary Wharf, directamente con el aeropuerto de Heathrow y con otros nudos clave como las estaciones de Paddington, Farringdon o Liverpool Street.