La reina Isabel II ha decidido pasar su primera Navidad desde la muerte del duque de Edimburgo en Windsor en medio de un aumento en los casos de Covid-19.
En lugar de viajar a Sandringham como de costumbre, la monarca será visitada por la familia durante el periodo festivo después de tomar esta decisión personal. Un portavoz oficial comentó que implementarán medidas de protección razonables para evitar contagios de coronavirus.
Su majestad no asistió a su servicio religioso habitual en Windsor el lunes, como parte de las medidas que se están tomando para proteger las celebraciones navideñas, que se llevan a cabo en Sandringham desde 1988.
El año pasado fue la primera Navidad en más de 30 años que la monarca no fue con su familia a la finca de Norfolk, ya que pasaba el día en privado con el Príncipe Felipe en el Castillo de Windsor, donde se protegieron durante los cierres debido a la pandemia.
Y ahora, será la primera Navidad que la reina celebrará sin su esposo, el Príncipe Felipe.
Se sabe que los miembros de la familia se están preparando para unirse a ella para que no tenga que pasarla sola.
Isabel II ya canceló la semana pasada el habitual almuerzo prenavideño con numerosos familiares por precaución ante el rápido incremento de las infecciones en el Reino Unido.
En los últimos meses, la soberana se ha visto obligada a cancelar varios eventos y reducir su carga laboral por consejo de los médicos, que le pidieron en noviembre que guardara reposo.
Aunque en las últimas semanas ha reducido su agenda y ha delegado algunos compromisos en otros miembros de la monarquía, la reina continúa celebrando regularmente audiencias.
La pasada semana recibió personalmente en Windsor al sultán de Omán, Haitham bin Tareq al Said, y su esposa.
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