Luego de que la reina Isabel II asistiera al memorial de su fallecido esposo Felipe, el duque de Edimburgo celebrado el pasado 29 de marzo en la Abadía de Westminster, se vuelven a encender las alarmas sobre un posible delicado estado de salud, pues la soberana quien está próxima a cumplir 96 años, canceló su asistencia al acto religioso del Jueves Santo.
La monarca más longeva del Reino Unido, suele asistir a esta ceremonia todos los años, ya que es una tradición que se realiza desde el siglo XII, sin embargo, este año, estará representada por el príncipe Carlos, el heredero de la corona, de 73 años, y su esposa Camila, durante la misa que se celebrará en la capilla de St. George en el castillo de Windsor, .informó la casa real.
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El servicio del Jueves Santo se lleva a cabo para recordar la Última Cena, donde Jesús partió el pan y bebió vino con sus discípulos.
El evento anual es un elemento importante en el calendario real y se verá al príncipe Carlos, seguir la antigua tradición de distribuir unas monedas de dinero Maundy a los incondicionales de la comunidad, por primera vez.
La cabeza de la familia real británica, redujo considerablemente su agenda desde que en octubre pasó una noche hospitalizada para someterse a unas “pruebas” médicas cuya naturaleza nunca se reveló.
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Al inicio de la pandemia se retiró del londinense Palacio de Buckingham a Windsor y recientemente ha admitido tener dificultades para desplazarse.
Con información de AFP