Esta mañana, los duques de Cambridge, Kate y William, viajaron a Gales, para celebrar al santo patrón de la región, San David, dentro del marco de los compromisos oficiales en torno al Jubileo de Platino de la reina Isabel II.

Según se explica en una publicación de Instagram, “su visita es para aprender todo sobre el papel de las pequeñas empresas en las comunidades locales y cómo las organizaciones benéficas y los proyectos atractivos están mejorando las oportunidades de los jóvenes en todo Gales”.

Es por eso, que la primera parada de su agenda, incluyó una visita a Pant Farm cerca de Abergavenny, una granja de cabras que produce leche y queso desde hace casi 20 años.

Allí, junto a algunos granjeros de la zona, la feliz pareja, recorrieron los terrenos agrícolas y las instalaciones de la granja, donde fueron recibidos por un rebaño de cabras. Inmediatamente los duques no dudaron en acercarse a ellas, acariciarlas y convivir con ellas por un largo rato.

Con esta acción, Kate y William, reafirmaron su amor por los animales, además les dieron de comer y se fotografiaron con ellas.

Para este recorrido, Middleton, como es de costumbre, lució ad hoc para la ocasión, con un look cómodo y “reciclado”. Se trató de una chaqueta verde de tiro clásico inglés que tiene un precio aproximado de cuatro mil pesos mexicanos (189 euros), misma que usó hace un par de días durante su visita a Dinamarca. Sorprendió a los asistentes al tener la oportunidad de partir madera.

Esta vez, la combinó con unos pantalones vaqueros y unos botines marrones planos, específicamente el modelo tipo Chelsea de la firma Blundstone y que están confeccionados con materiales veganos.

El outfit, también incluyó un par de guiños, en homenaje a la celebración religiosa, como una bufanda en color rojo, que representa la tonalidad nacional, un narciso amarillo que fungió como prendedor y que es la flor que simboliza el Día de San David, mismo que los galeses también portan.

Su segunda parada fue en el mercado de Abergavenny para ver de cerca lo importantes que son los proveedores locales para las comunidades rurales. Al hablar con los lugareños, uno les preguntó cómo estaban sus hijos, a lo que William respondió: “Los niños están bien, gracias, siempre nos preguntan a dónde vamos y les mostramos en el mapa los lugares que visitamos”.

Por su parte, Kate pasó un tiempo por la cocina de Blaenavon Hwb, un centro juvenil centrado en la comunidad, para preparar pasteles galeses, y también plantaron un árbol como parte del programa "Dosel verde de la reina", una iniciativa apoyada por el gobierno, que anima a jardineros, escolares o miembros de asociaciones a plantar un árbol para conmemorar los 70 años de reinado de Isabel II.

El segundo look de la duquesa, fue un abrigo en color verde, con grandes solapas, doble botonadura, que la estilizó perfectamente, además de que lució muy elegante. Agregó una blusa de manga larga y cuello alto, en vez de bufanda, guantes negros de piel, un pantalón ajustado y unos botines, en esta ocasión de tacón ancho.