La reina Isabel estaba “luchando” contra una enfermedad grave en los últimos meses antes de su muerte, así lo afirma Gyles Brandret un cercano amigo del desaparecido duque de Edimburgo y de la familia real británica, quien recientemente respondió a una entrevista para una nueva biografía sobre la monarca más longeva del mundo, titulada Elizabeth: An Intimate Portrait.
Esto se dio a conocer a través del perfil de Instagram Windsor Royal Familiy dedicado a difundir información sobre los acontecimientos de la monarquía británica.
"Aunque la causa oficial de la muerte de la reina fue la vejez, Gyles Brandreth, un amigo del Príncipe Felipe, ha afirmado que su majestad, de hecho, sucumbió a una forma rara de cáncer de médula ósea. Las afirmaciones de Brandreth se han revelado en una nueva biografía, Elizabeth: An Intimate Portrait, en la que escribe: 'Había oído que la reina tenía una forma de mieloma (cáncer de médula ósea) que explicaría su cansancio y pérdida de peso y esos problemas de movilidad de los que nos hablaron a menudo durante el último año de su vida'.
"El síntoma más común del mieloma es el dolor óseo, especialmente en la pelvis y la zona lumbar, y el mieloma múltiple es una enfermedad que suele afectar a los ancianos. Actualmente, no existe una cura conocida, pero el tratamiento, que incluye medicamentos para ayudar a regular el sistema inmunitario y medicamentos que ayudan a prevenir el debilitamiento de los huesos, puede reducir la gravedad de sus síntomas y prolongar la supervivencia del paciente en meses o dos o tres años.
"El libro, serializado por el Daily Mail, también afirma que la difunta monarca sufrió periodos de baja energía e insistió a sus asistentes en que estaba decidida a mantenerse ocupada después de la muerte de su esposo en abril del año pasado. Su biógrafo también escribe que, cuando la reina se sentía más débil, pasaba sus días viendo el drama de la BBC Line of Duty. 'Mi esposo ciertamente no lo habría aprobado'",se lee en el comunicado.
El mundo fue testigo de las ausencias de la monarca en actos oficiales debido a sus problemas de movilidad, siendo el último acto donde se le vio de pie, la visita de la exprimer ministra Liz Truss al Palacio de Buckingham.