La ceremonia de la coronación de los reyes Carlos III y Camilla, ha tenido ocho pequeños protagonistas, que hoy se convirtieron en el centro de atención de los reflectores, se trata de los pajes de honor, quienes fueron los encargafos de atender a los nuevos monarcas, durante el servicio en la Abadía de Westminster.
Entre sus funciones, destaca, cargar las pesadas túnicas y togas de los reyes, mientras recorren el pasillo central de la abadía, y llevan a cabo tareas similares en otras ocasiones solemnes, como la ceremonia de apertura del Parlamento.
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Esta función no la toma cualquiera, solo es otorgada a los hijos adolescentes de los nobles y de la alta burguesía y especialmente a los miembros de alto rango de la casa real británica. De acuerdo a la Royal Collection Trust, "ser paje de honor es un honor que dura dos o tres años".
A principios de abril, fueron revelados los nombres, de los pajes que acompañarían a sus majestades al servicio. El Palacio de Buckingham anunció que serían ocho, cuatro para cada uno.
Para el rey Carlos III, sus pajes de honor fueron, su nieto y futuro rey de Inglaterra, el príncipe George, de 9 años, Oliver Cholmondeley, hijo de su secretario privado, el marqués de Cholmondeley, Ralph Tollemache, hijo de Edward Tollemache, ahijado del rey Carlos III y Nicholas Barclay, nieto de la prima segunda del ahora monarca, Sarah Troughton.
La reina consorte, Camilla, eligió a sus tres nietos, los gemelos Gus y Louis Lopes, de 13 años, hijos de su hija Laura Lopes, y Frederick Parker Bowles, quien tiene la misma edad, y que es fruto del matrimonio de su hijo Tom con Sara Buy. También se sumó a la lista, su sobrino nieto Arthur Elliot, de 10 años.
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Todos vistieron chaqueta roja con los puños de terciopelo azul marino y ribetes y botones dorados con la insignia del nuevo rey, guantes blancos y pantalones negros con ribetes dorados a juego con la chaqueta.