Este miércoles, el rey Felipe VI y la reina Letizia recibieron en el Palacio Real de Madrid a Hassan Ghashghavi, embajador de la República Islámica de Irán, pero la reunión se puso bajo el foco mediático por la supuesta falta de educación hacia la esposa de Felipe.

Todo a causa de que al momento de su llegada Ghashghavi saludó al rey, pero cuando se encontró de frente con la reina no le dio la mano, simplemente se pasó de largo, por ello surgieron críticas al respecto.

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Algunos consideran que fue un desplante, incluso detectaron una expresión de asombro en el rostro de Letizia cuando el embajador no la saludó, pero la realidad es que se trata de un acto protocolario.

La cultura del funcionario indica que los hombres iraníes, sobre todo cuando se trata de un alto rango, no pueden tocar a ninguna mujer en público, ni dentro ni fuera de su propio país.

Según las leyes iraníes, cualquier manifestación de afecto hacia las mujeres está estrictamente prohibido.

Luego de la revolución islámica liderada por Jomeini en 1979, donde se exilió al Sha de Persia, Farah Diba y toda la familia imperial, los varones no pueden darle la mano las mujeres en público.