La princesa Marta Luisa renunció a sus funciones reales para dedicarse a su negocio de medicina alternativa con su prometido, un polémico chamán de Hollywood.
La relación de la princesa de 51 años con Durek Verrett, un popular gurú de Hollywood, causó gran revuelo en Noruega después de que el hombre, un chamán de sexta generación, sugiriera en su libro Spirit Hacking que el cáncer era una opción.
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El hombre también ha sido polémico por vender en su página web una medallón llamado Spirit Optimizer, que supuestamente le habría ayudado a superar el Covid-19.
En septiembre un sondeo reveló que 17 por ciento de los noruegos tiene ahora una mala opinión de la familia real, generalmente popular, y casi todos citan a la princesa y al chamán como la razón.
El rey Harald de Noruega, que habló a la prensa más tarde con la reina Sonja a su lado, dijo que lamentaba que la princesa dejará de representar a la familia real.
Este martes el rey Harald explicó, "hemos acordado no estar de acuerdo".
"La princesa renuncia a su papel en la realeza y no representará a la Casa Real a partir de ahora", indicó el Palacio en un comunicado.
Sin embargo, de acuerdo con los deseos del rey, la princesa mantendrá su título.
Marta Luisa, quien afirma que puede hablar con los ángeles, renunció en 2002 al título de "Alteza Real" cuando decidió trabajar como clarividente.
En 2019, la divorciada madre de tres hijos acordó no utilizar su título de princesa en sus actividades comerciales.
Pero desde que se comprometió con Verrett en junio, la creencia de la pareja en las terapias alternativas, que a menudo aparece en sus canales de redes sociales, desconcierta en Noruega.
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En un video publicado en Instagram el martes, la princesa dijo que se retiraba "para que la calma regrese a la Casa Real".
La princesa cree en la espiritualidad, aunque está consciente de la importancia del conocimiento basado en la investigación
Según el acuerdo anunciado este martes, la pareja se abstendrá de cualquier asociación con la familia real en sus canales de redes sociales, producciones mediáticas y actividades comerciales.
"Con ello se pretende trazar una línea divisoria que separe más claramente la actividad comercial de la Casa Real de Noruega", detalló el palacio.
Refiriéndose a Verrett, el rey explicó a los periodistas que tras las conversaciones entre todas las partes, "tanto nosotros como él tenemos una mayor comprensión de lo que se trata, y estamos de acuerdo en no estar de acuerdo".
"Podemos vivir con nuestras diferencias", añadió.
El comunicado indica que la familia real tiene "gran confianza en el servicio de salud noruego y en las autoridades sanitarias noruegas", y subraya la importancia de "los conocimientos médicos establecidos y la investigación científica".
En el mismo comunicado, Marta Luisa afirmó ser "consciente de la importancia del conocimiento basado en la investigación".
"Sin embargo, también creo que hay componentes de una buena vida y una sólida salud física y mental que quizá no sean tan fáciles de resumir en un informe de investigación", destacó.
"La espiritualidad, la intimidad con otras personas y animales, el yoga y la meditación podrían ser complementos importantes, al igual que "una mano cálida, una aguja de acupuntura y un cristal", indicó.
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Dijo que consideraba importante distinguir entre mi persona privada, por un lado, y como miembro de la familia real, por otro, y esperaba que sus opiniones personales fueran tratadas como propias sin que otros tuvieran que responder por ellas.
El rey, por su parte, afirmó pensar que Verrett, a quien describió como "un gran tipo y muy divertido", también entendía ahora mejor el papel de la monarquía en Noruega.
El palacio precisó que una vez que la princesa y Verrett se casaran, Verrett se convertiría en un miembro de la familia real, pero no tendría un título ni representaría a la monarquía.