La reina Isabel II y miembros de la familia real británica han pedido a sus consejeros que encuentren "una solución factible" para el futuro del príncipe Harry y su esposa Meghan Markle dentro de la monarquía, "en días, no semanas", informaron medios de comunicación británicos.
La agencia Press Association y la cadena televisiva Sky News citaron a una fuente anónima del palacio de Buckingham que aseguró que la monarca, así como el príncipe Carlos y el príncipe Guillermo quieren respuestas lo antes posible.
El príncipe Harry y su esposa Meghan anunciaron que abandonarán sus funciones de primer rango como miembros de la familia real británica para adquirir independencia financiera y pasar más tiempo en Estados Unidos.
La decisión de Harry y Meghan antecede a un año 2019 que fue turbulento para la familia real británica.
Primero tuvo que enfrentar el escándalo del príncipe Andrés, de 59 años, por su vínculo con el magnate estadounidense Jeffrey Epstein, quien se suicidó en la prisión ante las acusaciones de haber explotado sexualmente a chicas menores de edad durante años.
Tras una entrevista con la BBC, el segundo hijo de la reina de Inglaterra tuvo que anunciar su retiro de la vida pública luego que admitió que se hospedó varias veces en las residencias del empresario y para no poner en más aprietos a la familia real.
Luego, el duque de Edimburgo, Felipe, esposo de la reina Isabel II, fue hospitalizado en diciembre pasado "por precaución", indicó la Casa Real británica en su momento.
En los últimos años Felipe ha sido hospitalizado debido a una cirugía abdominal, infecciones de vejiga y una arteria coronaria bloqueada, incluida una "mala caída" que lo obligó a guardar cama durante un par de días.
Por si fuera poco, había rumores en la prensa de que la relación de Harry y Meghan con la familia real no era buena, enfocándose en dos detalles:
El mensaje que ofreció la reina Isabel por Navidad no aparecen los duques de Sussex en las fotografías familiares y que la pareja no acudió a la tradicional misa por esta festividad en la iglesia de Saint Mary Magdalene.
Harry y Meghan prefirieron pasaron esas fechas con su pequeño hijo Archie en Canadá, junto con la madre de la actriz, Doria Ragland, tras quejarse públicamente de la excesiva presión de los medios de comunicación.