El rey británico Carlos III abogó este jueves por una “fuerte relación amistosa basada en la confianza” entre Francia y el Reino Unido para enfrentar la "emergencia" climática, durante su visita de Estado en París que busca asentar su imagen internacional.
Se trató de un discurso sin precedentes ante el Senado francés, como parte de su recorrido por las obras de reconstrucción de la catedral de Notre Dame, y un paseo por el mercado de las flores "Reina Isabel II"... En este segundo día de la visita real, el monarca ha combinado mensajes políticos con importantes simbolismos relacionados con el cuidado del planeta.
La jornada empezó en el Senado donde los legisladores en pie aplaudieron largamente el primer discurso del soberano británico en su hemiciclo, en el que llamó a "renovar" la "Entente Cordiale" que hace 120 años puso fin a siglos de conflictos entre ambos países.
"Me gustaría proponer que también se convierta en una entente por la sostenibilidad, con el fin de enfrentar de forma más eficaz la emergencia mundial en materia de clima y biodiversidad", agregó el monarca de 74 años, conocido por su defensa del medio ambiente.
Esta declaración llegó un día después de que el primer ministro británico, Rishi Sunak, anunciara el aplazamiento de varias medidas clave de la política climática del Reino Unido.
Con su visita de tres días a Francia, que estaba prevista inicialmente en marzo, el sucesor de la difunta Isabel II busca marcar su propia agenda, como la lucha contra el cambio climático, y reforzar la alianza franco-británica.
La víspera, durante una cena en su honor en el Palacio de Versalles, urgió ante el presidente francés, Emmanuel Macron, a Francia y al Reino Unido a "revitalizar" unos vínculos dañados por la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
“La alianza de ambos países es vital ante los desafíos del mundo”, abundó este jueves Carlos III, quien expresó la "inquebrantable determinación" de Londres y París para que Ucrania "triunfe" ante la "injustificada agresión" de Rusia.
Su primer viaje a Francia como rey, acompañado por su esposa Camila, causó un revuelo inesperado para un país símbolo del republicanismo, que sin embargo parece adorar a los "royals" británicos.
Los medios de comunicación franceses se volcaron en cubrir cada paso de los monarcas y miles de personas intentaron atisbar a la pareja en París.
"¡Viva el rey!", se escuchó de nuevo en las calles de la capital, cuando la pareja real, aficionada a la jardinería, recorrió un popular mercado de flores denominado desde 2014 "Reina Isabel II".
El recuerdo de su madre estuvo presente durante todo el viaje. "Los homenajes que se le rindieron en toda Francia nos conmovieron enormemente, tanto a mi familia como a mí", admitió el monarca en el Senado.
Los monarcas volvieron a reunirse con Emmanuel Macron y la primera dama Brigitte Macron delante de la catedral de Notre Dame de París, joya de la arquitectura francesa parcialmente destruida por un incendio en 2019.
Los obreros encargados de su reconstrucción detuvieron su trabajo durante unos minutos, mirando desde la impresionante fachada gótica a los reyes.
Camila y Brigitte
La lluvia no frenó tampoco a los curiosos que se acercaron en la mañana a la Biblioteca Nacional, que Camila visitó junto a Brigitte Macron, cónyuge del jefe de Estado anfitrión.
Tras ver un vestido de la cantante francesa Edith Piaf y unos manuscritos de William Shakespeare y de Victor Hugo, ambas presentaron un premio literario franco-británico.
"Espero que este premio demuestre que Victor Hugo fue injusto con nosotros cuando dijo que Inglaterra tenía pocos libros", bromeó la reina.
La pareja real y la esposa del presidente visitaron también el suburbio de Saint Denis, emplazamiento de una de las sedes de los Juegos Olímpicos previstos en 2024.
Camila y Brigitte se enfrentaron en una breve partida de tenis antes de dirigirse a un taller de la casa de alta costura Chanel.
Por su parte, Carlos III conoció en la plaza de la catedral de Saint Denis a algunos jugadores y al presidente del París SG, Nasser Al Khelaifi, que le entregó una camiseta del club con su nombre.
El viaje del monarca británico seguirá el viernes en Burdeos (suroeste) con un programa más centrado en la ecología.