Los efectos de la polémica generada tras la renuncia de los duques de Sussex, Harry y Meghan Markle a los beneficios de la corona no para.
El escándalo ya es conocido en el Reino Unido como #MEXGIT, y entre lo más reciente publicado por los medios británicos está el tema de la custodia de su hijo, Archie (de ocho meses), que tiene en su poder la reina Isabel según dicta la antigua ley conocida como la Gran Opinión para la Prerrogativa de la Familia Real.
Ésta fue dictada durante el mandato de George I y se refiere al control que debe tener el actual reinado sobre la crianza, educación y el matrimonio de los nietos de Isabel II, así lo explicó la experta en realeza, Marlene Koenig, quien concedió una entrevista al diario británico Mirror y también señaló que lo mismo pasa con la segunda línea del trono, el Príncipe William y su esposa Kate Middleton, que no tienen legalmente la custodia total de sus tres hijos, el príncipe George, la princesa Charlotte y el príncipe Louis.
Sin embargo, los problemas que enfrenta Meghan Markle, no sólo son con los Windsor, sino también con su padre Thomas Markle, quien podría testificar próximamente en su contra en el marco de la demanda presentada por ella contra el rotativo Mail on Sunday, así lo dio a conocer la prensa británica.
La batalla judicial comenzó en octubre pasado, cuando la duquesa de Sussex arremetió contra el diario por haber difundido una carta que escribió a su padre, y en la demanda reprocha su supuesto “mal uso de información privada”, una “edición selectiva” del contenido de la misiva, así como la “infracción del 'copyright' de ésta, cargos rechazados por el diario sensacionalista.
Por su parte, el diario Mail on Sunday presentó su defensa ante el Tribunal Superior y en los documentos se señala que Thomas Markle decidió revelar la carta después de meses para exponer las “falsas” declaraciones de su hija “de que ha hecho todo lo posible para acercarse y reconciliarse con él”.
El dominical, también indica que los miembros de la realeza, incluida Meghan, “dependen de la publicidad sobre ellos mismos y sus vidas a fin de mantener las privilegiadas posiciones que sostienen y para promocionarse. Existe un interés público enorme y legítimo en la familia real y en sus actividades, conducta y patrones de comportamiento”, destaca.
En tiempo de espera
La espera continúa en cuanto se decide la situación de los duques después de que la Isabel II se reuniera con varios miembros de la familia, entre ellos el príncipe Carlos y el príncipe Guillermo, con quien Harry actualmente mantiene relaciones tensas, mientras que Meghan estuvo presente a través de una conferencia telefónica, ya que se encuentra en Canadá.
En el encuentro que se celebró el lunes pasado en la residencia privada de la reina en Sandringham, en el este de Inglaterra, se acordó establecer un “periodo de transición” para que Enrique y Meghan abandonen sus funciones reales como desean.
“Hubiéramos preferido que siguieran trabajando como miembros de la familia real a tiempo completo, pero respetamos y comprendemos su deseo de vivir una vida más independiente como familia, sin dejar de ser una parte valiosa de la mía”, afirmó la monarca, de 93 años.
Lo que en su momento parecía un cuento de hadas para los jóvenes miembros de la realeza británica, en un abrir y cerrar de ojos se convirtió en una completa pesadilla. A continuación, repasaremos algunos acontecimientos importantes que son clave desde la llegada de Meghan a esta monarquía.
Criticada el día del compromiso
El príncipe Harry, (el nieto consentido de Isabel II) y Meghan Markle, desde el inicio de su relación, han estado en la mira de la prensa internacional y de las opiniones públicas, en principio porque pertenecen a “mundos diferentes”.
Ella es una actriz estadounidense que se divorció en 2013 del productor Trevor Engelson y conoció al príncipe en una cita a ciegas.
Se comprometieron en noviembre del 2017 y en diciembre empezaron las primeras críticas en su contra por el vestido que lució en las fotografías oficiales del compromiso, un diseño de Ralph & Russo valorado en más de 40 mil euros y el palacio de Kensington se vio obligado a aclarar que la prenda había sido pagado con su propio dinero.
La polémica en la boda
Días antes de la boda, el padre de Meghan protagonizó un escándalo al venderle fotos a un paparazzi británico y se quejó ante los medios de no haber sido invitado a la boda.
El 19 de mayo del 2018 se dieron el “sí” en la capilla de San Jorge de Windsor, ella llegó al altar del brazo del príncipe Carlos y la única invitada de su familia fue su madre, Doria Ragland. La boda real fue la tercera más vista en la historia, porque alcanzó una audiencia de más de millones de personas.
Markle rompió las grandes expectativas que tenía el mundo entero en ella, al usar un vestido no tan “espectacular”, ya que apostó por un diseño minimalista firmado por Clare Weight Keller, que destacaba por un escote de cuello de barco y que adornó con un largo velo sujetado por una tiara de esmeraldas, que según se rumora, no era para ella, ya que estaba apartada para la princesa Eugenia. Desde ese momento, la reina Isabel II les concede el título de Duques de Sussex.
Actos racistas
A su llegada a la familia real, la exactriz se convirtió en blanco de duras criticas en cuanto a su ascendencia afroamericana. La polémica empezó cuando The Mail on Sunday filtró algunos mensajes privados en los que Henry Bolton, la novia del líder del partido británico de derecha populista UKIP, aseguraba que Meghan era una “negra estadounidense que manchará a la Casa Real Británica con su semilla. Aquí es el Reino Unido, no África”.
Otro acto racista en contra de la joven fue durante el tradicional almuerzo previo a la Navidad (2017) que ofrece la monarca británica y que fue el primero al que asistió Markle, se convirtió en una polémica, debido al accesorio que portó la princesa María Cristina de Kent en la solapa de su abrigo: un broche que representa a una mujer negra con un atuendo real y una corona con coloridas piedras preciosas, mismo que se considera, según el portal Daily Mail “insensible”.
Relación familiar
Se sabe que desde que el hijo menor del príncipe Carlos y Diana de Gales, anunció su relación con Meghan, no fue del todo aceptada, provocando fuertes enfrentamientos con algunos miembros de la familia real, como con los duques de Cambridge, el príncipe William y Kate Middleton.
De acuerdo con el diario The Times y citando a amigos de Meghan aseguran que el duque de Cambridge nunca fue muy amable con su cuñada y desde el principio no apoyaba su noviazgo. A partir de ese momento se produjo una fractura que con el paso del tiempo fue haciéndose más grande.
“He abrazado a mi hermano toda la vida y ya no puedo hacerlo más. Somos dos entidades separadas”, dijo William.
Por su parte, cuando conoció a Kate, parecía que todo marchaba bien, sin embargo, la armonía no duró por mucho tiempo, ya que, durante los preparativos de la boda, la norteamericana le arrancó unas lagrimas a Middleton por un comentario un poco fuerte, que claro está, William no dejó pasar desapercibido.
Hasta la monarca mayor, tampoco se libró de estos enfrentamientos, tuvo una que otra discusión con Meghan, por su idea de salir de los protocolos reales.
La postura de Harry
El príncipe Harry siempre ha mantenido cierto límite con la prensa, procura alejarse de las cámaras y los escándalos, pero eso se terminó cuando formalizó con la duquesa de Sussex, ambos se volvieron populares y los protagonistas de los medios internacionales.
No se ha confirmado si desde antes, el príncipe no estaba conformé con los protocolos reales, pero estalló la bomba cuando la pareja del momento confesó lo difícil que ha sido su matrimonio en entrevista con el periodista Tom Bradby.
Lo que en un principio iba a ser un seguimiento del tour por África en el documental Harry & Meghan: An African Journey, se convirtió en un departamento de quejas al contar lo que sufrían.
“Al estar en este trabajo y en esta familia, y bajo la presión que se vive, es inevitable que sucedan cosas, pero somos hermanos. Es cierto que vamos por caminos diferentes en este momento, pero siempre estaré allí para él y sé que él siempre estará allí para mí”, dijo Harry, refiriéndose a los problemas con su hermano mayor.
El príncipe ya había confesado que, durante su juventud, sufrió ataques de ansiedad y en esa entrevista, declaró que tenía una lucha diaria para mantener su salud mental “así como de cualquier trabajo, implica hacerse el valiente, pero muchas cosas nos duelen, especialmente, cuando la mayoría de lo que dicen no es verdad”.
Hasta hoy
Los duques se convirtieron en padres el 6 de mayo del 2019, acontecimiento que también se saltó los protocolos, porque el bebé no nació en el hospital de la monarquía, ni tampoco se dieron a conocer fotografías ni el nombre, al momento, sino días después.
El pequeño Archie Harrison es el séptimo en la línea de sucesiones y el octavo bisnieto de la reina Isabel II.
Después de anunciar la renuncia, Meghan abandonó su residencia del Reino Unido y voló a Canadá y de acuerdo con Daily Mail, el diario británico, la duquesa padece episodios de ansiedad desde que nació su hijo.
Además se rumora que Markle se encuentra grabando una película o una serie de televisión.