Sebastián Ángeles se ha posicionado como una de las nuevas jóvenes promesas del diseño mexicano. A sus 26 años de edad ya es director y cofundador de la marca Dórica, además de ser parte clave dentro del proyecto Mass Colectivo, una plataforma que promueve talentos emergentes y proyecta el diseño mexicano de manera global, conformada por exalumnos de la Universidad Anáhuac.
En su corta trayectoria, ya ha puesto en alto a nuestro país, dejando huella con su estilo contemporáneo en la feria de diseño Ventura Future en Milán, Italia, y en la Ciudad de México en el Museo Tamayo, durante la Design Week México en las ediciones 2018 y 2019. Recientemente presentó su nueva colección Trasiego en la edición 2020 de Design House en colaboración con Breuer Estudio, empresa que también ya lo incluyó en su catálogo.
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“En esta colección hablo sobre la transitoriedad a la cual estamos sometidos como seres vivos y como todo está en movimiento. Al observar cómo unas gotas de agua chocaban contra un vidrio y como es que el agua cambia de forma tan rápido sin poder controlar ese cambio, fue un momento de inspiración que me hizo entender que sus formas representan muy bien ese cambio al que todos estamos expuestos”, explicó al El Sol de México.
Trasiego está conformada por una silla de comedor, un banco alto, un par de percheros y tres mesas de centro, todas hechas de madera de encino con acabado bona, que destacan tanto por su impecable ejecución, como por su sencillez, demostrando el dominio en carpintería y ebanistería de autor.
“La colección está hecha de madera maciza, es un material que juega un papel muy importante en el tema de la sustentabilidad, que creo, hoy en día, es algo que hay que tomar más en cuenta”, dijo respecto a la utilización de materiales que sean amigables con el medio ambiente.
Añadió que la relación que tiene este material con la forma de cada mueble, es que se optimiza su desperdicio y se ocupan todas sus propiedades de manera correcta, “también adquirir la materia prima en un lugar con certificaciones y permisos otorgados por las autoridades competentes, hace de la madera un material muy completo”.
Sebastián, a través de esta colección, demuestra que las piezas no son parte de alguna tendencia en específico sino que, por sí solas generan una conexión y diálogo con las personas. “Creo que es una colección que tiene una idea muy valiosa, sus formas son consecuencia de esta idea, sólo intentan representar un concepto y llegar de manera directa a las personas, son formas que hacen sentido al conocer el trasfondo y se convierten en algo más que sólo una silla o un perchero sino en un objeto con un diálogo que invita a reflexionar”.
El trabajo de Sebastián refleja la búsqueda de nuevas sensaciones a través de los objetos de la vida cotidiana, con códigos contemporáneos, “creo que el buen diseño no tiene vigencia y no forma parte de ninguna moda, me gustaría pensar que los productos que hago forman parte de ese buen diseño, pero sobre todo, creo que los objetos que tienen algo qué decir, los que logran hablar por sí solos, son los más valiosos y los que perduran a través de los años, incluso siendo admirados en el futuro”.
De los planes para este nuevo año, contó que tiene muchos proyectos con su marca, nueva colección y más colaboraciones como diseñador, “me emociona mucho seguir trabajando, y espero que sea un año como otros, de mucho crecimiento y aprendizaje”.