Llega febrero y los corazones rojos surgen por doquier. Pensamos en el lugar para la cita perfecta, en el regalo que nuestra pareja debe recibir, o simplemente nos frustramos porque llegaremos a San Valentín sin alguien con quien celebrar. Sin embargo, no hay que perder de vista la paradoja del mes, ya que el 14 de febrero se celebra el Día del Amor, pero un día antes es el Día del Soltero. Tal vez pareciera coincidencia, pero puede que sea un llamado a que éste sí sea el mes del amor, pero del amor propio.
El novelista y dramaturgo Witold Gombrowicz, nominado en vida al Premio Nobel de Literatura en cuatro ocasiones, escribió su diario de 1953 a 1969. Los lunes anotaba “yo”, los martes su frase era “yo”, los miércoles iniciaba con un “yo” y así el resto de la semana. Él afirmaba que su mayor placer era hablarse a sí mismo.
La frase común y tal vez trillada es que “no podemos querer a otro si no tenemos amor por nosotros mismos”, y esto lo reafirma el catedrático Juan Federico Zúñiga, quien como psicólogo clínico asegura que “para sentir intereses por los demás hay que interesarse por uno mismo, hay que aprender a cuidar y tomar la realidad en nuestras manos”.
Procura tus necesidades: Para el especialista Zúñiga, el cuidarse a uno mismo se relaciona con la capacidad de armonizar un estilo de vida saludable. “Hay que tomar tiempo para cuidarnos, y esto no sólo es un recordatorio de nuestras necesidades físicas, sino también emocionales, ya que ayuda a valorarnos y sentirnos bien con quienes somos. En general, el autocuidado se transforma en la capacidad de amarnos, respetarnos y dar lo que investimos como un proceso de equilibrio que manifiesta nuestra personalidad”.
Acepta quién eres: Sofía Rivera, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, especifica que la falta de amor propio es notoria de diferentes maneras, por ejemplo “en las relaciones dependientes, en el descuido físico o emocional, pensamientos de estar incompletos, inseguridad, miedo, etcétera. Solemos olvidar la definición básica sobre amor, la más importante es aquella en la que nosotros mismos somos los emisores y receptores de éste. La aceptación y el respeto a uno mismo, podríamos decir que están vinculados con autoestima, y hay que definir que ésta es qué tanto nos queremos y el amor propio es qué tanto nos aceptamos, valoramos y respetamos tal y cual somos”.
Sé responsable de ti: “No sabemos lo que queremos y aun así somos responsables de lo que somos, eso es un hecho”, dice el escritor Jean Paul Sartre. Y es que cuando hablamos de amor propio tal parece que estamos en una casa gigante llena de las cajas de la mudanza y no sabemos cuál abrir primero y dónde colocar los objetos en armonía o cómo conseguir lo que creemos que nos falta. Ya escuchamos nuestras necesidades, ya aceptamos lo que somos, ahora es poner manos a la obra pese a los miedos.
Navil Ovando, quien forma parte del centro de entrenamiento Soulcore, explica que el sedentario genera inseguridad, por lo que a veces las personas “no dan el primer paso de cuidarse y no asisten a hacer ejercicio porque temen que el resto de las personas tengan evidencia de su falta de práctica, pero la única manera de lograr una rutina es con paciencia a nosotros mismos, esa tarea es el inicio de nuestros desafíos”.
Encuentra tú método: Amarse a sí mismo no exige una fórmula única que todos debemos repetir como robots. Tal vez el descuido emocional viene de una herida de la infancia, de una relación que causó mucho dolor y por tanto requiera terapia. La inseguridad puede ser también por el aspecto físico o por alguna frase que nos marcó. Tal vez la talla que tenemos nos atormenta un poco, pero lo que unos necesitamos agregar a nuestra dieta es lo que otros deben quitar de su alimentación. “Nosotros escuchamos historias de todos tipos, hay personas que sufrieron algún accidente y están recuperando su movilidad, hay mamás que recién dieron a luz y están reconociendo nuevos procesos físicos o su nuevo rol en casa.
En Soulcore, por ejemplo, sabemos que las personas quieren hacer ejercicio, pero no todas pueden correr, brincar o llevar su cuerpo al extremo, así que tenemos instructores personalizados que inspiran y que comparten energía, ésa es la diferencia que puede haber entre ir a un gimnasio o encontrar un método”, explica Navil.
No te sueltes: “Se desea a sí mismo sin saberlo, y el que ama y el amado son el mismo, mientras busca es buscado y al mismo tiempo enciende la pasión y se abraza en ella”, escribió Ovidio en su poema “Metamorfosis”. Y tal vez en esa frase podamos entender que a pesar de los días festivos, de nuestras ocupaciones, de la familia o de las circunstancias de vida, una vez que tomamos el compromiso de amarnos, la promesa debe ser no dejar de abrazarnos. “A veces pensamos que dedicar tiempo a nosotros significa descuidar todo lo demás.
Quienes entrenan con nosotros vienen 50 minutos al día, hacen movimiento lentos, pero de alta intensidad, durante ese tiempo ganan resistencia, hacen cardio y se concentran, sin darse cuenta, en ellos mismos. Salir de una rutina y venir a Soulcore permite quemar hasta 600 calorías, pero creemos que lo más importante es que en ese lapso consiguen armonía de mente y cuerpo, y es tal vez sólo el inicio de una serie de actividades que debemos procurar cada día para escucharnos, para ayudar a nuestro cuerpo y también para sentirnos mejor. Si encuentras tu método, no lo sueltes”, concluye Navil.
Si febrero y los cupidos te angustian, si de pronto te das cuenta que el primer mes del año ya concluyó y que los deseos de tus uvas no se están cumpliendo, tal vez es momento de hacer una pausa, de revisar cuánto de lo que deseas y te prometes es realmente por amor propio. Tal vez hoy es el momento de comenzar, y los coaches de Soulcore, que imparten en México el Método Lagree con plataformas con resistencias que permiten trabajar el cuerpo completo y darte resultados en 12 sesiones, puede ser tu regalo de San Valentín.