El próximo 5 de febrero, el famoso rejoneador de origen español, Pablo Hermoso de Mendoza, se despide del ruedo en la Monumental Plaza de Toros México que es considerada como su “segunda casa”.
En medio de la polémica e incertidumbre, por la suspensión de corridas debido a que fomentan el “maltrato animal”, y son catalogadas como una práctica “inhumana”, la leyenda taurina se presentará ante cientos de aficionados, con un cartel en el que también figuran Ernesto Javier “Calita” y Arturo Gilio, quien confirmará alternativa y con el que se conmemorará el 78 aniversario del Coso de Insurgentes.
Con motivo de su adiós, amigos cercanos al “centauro estellés”, destacados personajes de la comunidad taurina e invitados especiales, se reunieron en una terraza de la colonia Polanco para celebrar su destacada trayectoria y vida dedicada a los toros y los caballos.
“Hace 24 años fue mi debut en La México y lo que más recuerdo de esa vez, fue mi salida en hombros, que me catapultó para las siguientes temporadas, pero también el factor sorpresa de mi hacía el público y de mi hacía ellos. La primera vez que la vi, me impactó, es un escenario muy importante para nosotros”, compartió durante un breve conversatorio moderado por Rafael Cué.
Durante la plática, Pablo, quién se sentía agotado por un día intenso, con agenda llena de entrevistas y encuentros con la prensa, en ningún momento dejó de sonreír, y de compartir lo momentos que lo han marcado durante su paso por el ruedo, “Al principio el mayor reto era sobre vivir, no era fácil por que retaba caballos en el hipódromo, eran muy lentos, sufrían mucho, pero después las cosas se fueron dando, comenzó el disfrute y aquí estamos”, añadió.
El maestro del rejoneo, no perdió la oportunidad de recordar a su fiel compañero, Cagancho, un un mítico corsel que lo llevó al estrellato, protagonizando momentos estelares de mucho triunfo, “era un caballo que antes de ser famoso, provocaba entre la afición una ovación rotunda, era algo increíble, pero también era un caballo con gran corazón y entrega, llegabas a donde querías con el, me sobraba caballo”, mencionó.
Hermoso de Mendoza estuvo acompañado de su familia, su esposa Miren, y sus dos hijos Guillermo y Paula, y entre los asistentes destacó la presencia de Daniel Goñi, Isabel Rojo, Pablo Diego Fernández, Estefanía Uribe, Pedro Vargas, entre otros.
“Es un momento muy agridulce, tenemos toda la familia muchos sentimientos encontrados; por una parte es saber que vamos a empezar una nueva fase como familia, en la que vamos a disfrutar a mi padre más tiempo en casa y a convivir de diferente manera, pero por otro lado también es la incertidumbre, de saber como será esta nueva realidad, al fin y al cabo, solo lo hemos conocido activo, nunca lo hemos visto sin torear, entonces es un ajuste en nuestras vidas”, contó su hija Paula a Círculos.
Por su parte, Guillermo, quien continuará el legado Hermoso de Mendoza en el ruedo, dijo que su padre continuará acompañándolo en su entrenamiento y profesión, “Está siendo un cúmulo de emociones de todo tipo, es un sentimiento de nostalgia porque algo se acaba, pero en el sentido de que ya no se expondrá en los ruedos, pero seguirá conmigo acompañándome en el entrenamiento, mi padre seguirá viviendo en le mundo del toro, montando a caballo que es su pasión”.
La popular figura del rejoneo, declaró que es un “adiós pero no definitivo, espera hacer apariciones esporádicas, “ya cuando no pueda montar, ese será el fin, por lo pronto estoy muy emocionado por la próxima corrida”.