“Soy sobreviviente al cáncer de mama, no una, sino dos veces”, comparte entusiasta y con una gran sonrisa en el rostro, Crista Montes.
Su historia y experiencia de vida con esta enfermedad que es la segunda causa de muerte entre las mujeres, fue doblemente complicada (en 2015 y 2017), pero gracias al apoyo de sus hijas Gala y Crista Montes, a su nieta Bema y a su actitud positiva, pudo superar el reto.
“Cuando ya había superado una vez el cáncer, me lo vuelven a detectar pero en la otra mama, una situación muy complicada, fue muy duro volver a enfrentar la enfermedad porque en esa ocasión fue más fuerte, con un tratamiento más potente, ya que era más invasivo, y esta vez sí me sometí a quimioterapias como prevención”, explicó.
Contó que la primera ocasión fue detectado a tiempo, “gracias a Dios lo detecté a través de una mamografía de rutina porque ya tenía tiempo que no me la había hecho y dije me la tengo que hacer, y gracias a que insistí y no dejé pasar más tiempo pude detectar en etapa cero las micro calcificaciones, que esas no se detectan con el tacto, sólo con las mamografías o ultrasonido”, comentó.
Recordó que cuando le dieron la noticia de lo que padecía, lo tomó con calma y comenzó a informarse y a orientarse sobre este tema, “es que piensas que nunca te va a pasar, que estás libre de todo y no es así, en mi caso quise mantener la calma, no estaba sola, tenia familia, entonces compré libros, pregunté a doctores, para comprender la enfermedad y saber a qué me enfrentaría. Hoy me doy cuenta que mucha gente desiste, porque creen que la palabra cancer es sinónimo de muerte y no es cierto, si lo detectamos a tiempo nos curamos”.
El cáncer no discrimina, al año se mueren más de siete mil mujeres por diagnósticos tardíos, y a pesar de eso sigue siendo un tabú hablar del tema, es por eso que a raíz de esta lucha, la vida de Crista, “Sargento Matute”, como se hace llamar en redes sociales, cambió en todos los aspectos y nació en ella una necesidad de concientizar a otras mujeres, incluso a sus propias hijas, sobre la importancia de la salud femenina y la detección oportuna, que puede ser la salvación de muchas.
"Me siento muy contenta de compartir mi experiencia y de poder ser ejemplo de que sí se puede, siempre y cuando se detecte a tiempo, por eso no hay que dejarlo para después. Cada año hay que hacerse sus mamografías, si eres mayor de 40 años no lo dejes pasar. Y si eres menor, tienes que tocarte las mamas cada mes para detectar cualquier bolita o anomalía y poder combatirlo a tiempo, es la diferencia entre la vida y la muerte”, sugirió.
Añadió, que es un proceso muy duro, tanto físico como personal, pero esas cicatrices que deja, son símbolos de vida, “hay que aceptar que es un proceso muy complicado, sobre todo por los cambios físicos a los que nos enfrentamos, a nadie nos gusta vernos sin pelo o sin un seno, pero al final, es parte de la batalla, son símbolos de nuestra lucha. Al día de hoy veo mis fotos sin cabello y digo, no veía nada mal”.
Confesó que en algún momento sintió miedo, pero no por la enfermedad, sino para enfrentarse a la sociedad con todos estos cambios físicos.
“Enfrenté a una sociedad entera, que aún no está preparada para hablar de este tema, eso sí, era mi mayor miedo, que me vieran pelona con un paliacate recubriendo mi cabeza, y supieran que estaba enferma, pero luego cuando pasa el tiempo, te das cuenta que existen otras circunstancias que te pueden dar más miedo, como esperar en una sala de hospital por horas, quedarte sin dinero, miedo a morir y es cuando realmente aprendes a vivir cada instante al máximo, a no quejarte, aprendes a disfrutar hasta los problemas, a agradecer todos los días”,compartió.
Al día de hoy, Crista cumple ocho años del primer enfrentamiento y seis años de haber superado la segunda batalla y a pesar de eso, continúa con sus chequeos anuales y revisiones periódicas, “no pueden faltar la mamografía y ultrasonidos, la cita con el oncólogo es para que mi revise las mamas, ya que tengo implantes porque me sometí a una mastectomía; me revisan los ganglios y listo, aquí seguimos haciendo frente”, contó.
Por su parte, su hija, la actriz Gala quien recientemente participó en el reality show La Isla, ha tomado como ejemplo la fortaleza de su madre y se ha unido a esta causa como embajadora de Fucam, institución privada sin fines de lucro que se enfoca en brindar atención integral especializada para el cáncer de mama, para “dar batalla a la desinformación y abrirle paso a la prevención”.
TE RECOMENDAMOS EL PODCAST⬇️
Disponible en: Acast, Spotify, Apple Podcasts, Google Podcasts, Deezer y Amazon Music