El Día de Muertos es la máxima tradición mexicana; en estas fechas, las calles de la ciudad se llenan de color, flores y fiesta, para honrar a nuestros seres queridos que regresan del más allá para pasar una noche entre nosotros.
Esta festividad ancestral, también viene acompañada de una serie de actividades conmemorativas que se realizan en antiguos barrios de la ciudad, como San Ángel, que con sus calles empedradas, antiquísimos museos y casonas coloniales, da la bienvenida a decenas de turistas que buscan vivir una experiencia mística y diferente con el recorrido de leyendas y de altares de muertos.
En este contexto, el restaurante Magda, que se integró a este sitio del sur de la ciudad a inicios de 2023, se unió por primera vez a la tradición con una ofrenda inspirada en el candelabro de barro negro que adorna su principal salón y en la que se buscó hacer una representación del inframundo y del mundo real.
“Estamos muy emocionados de participar en el recorrido de ofrendas, este sitio es muy mágico, te transporta a otro mundo y ser parte de esta tradición nos honra”, contó el fundador del restaurante Ricardo Casas a Círculos.
La ofrenda que se instaló en la terraza del feudo que se ubica a unos cuantos pasos del Museo del Carmen, cuyo menú está inspirado en el río Magdalena que abastecía a los vecinos durante el virreinato, está adornada con calaveras de barro, veladoras de todos los tamaños pero en forma circular y otras en forma de flores de cempasúchil, esqueletos de papel maché y figuras de barro como un xoloizcuintle.
“Quisimos hacer una ofrenda que reflejará la esencia de nuestro lugar, en el salón principal tenemos un candelabro de barro negro y fue crear un poco de contraste entre el inframundo y al mundo trayéndolo al exterior con una especie de reflejo de lo qué pasa dentro de el”, explicó.
Como parte de la celebración, se organizó un coctel titulado “Fiesta de catrinas”, al que acudieron invitados especiales con looks alusivos a la festividad, así como amigos del empresario Casas, quienes disfrutaron de una velada de música y gastronomía. También hubo oportunidad de caracterizarse como una verdadera catrina, pues hubo una estación de maquillaje.
“El Día de muertos me gusta, me pareceuna forma increíble de recordar a los que ya se fueron y hacerles una homenaje, ya es parte de nuestro cultura mexicana”, finalizó.