Continuar la ruta de impulso a los denominados “PueblosMágicos”, es una alternativa para diversificar la ofertaturística y mantener los niveles récord de ingresos por divisasde viajeros internacionales, además de que ante el entornointernacional y la incertidumbre proveniente de Estados Unidos,México debe apostar al turismo como uno de los motoreseconómicos, aseguró Daniel Ezquenazi.

En entrevista con El Sol de México, elarquitecto que participa en el Desarrollo de Mineral de Pozos enGuanjuato, señala que el 2016 registró un aumento de 10 porciento en la entrada de este tipo de divisas, y aunque algunosanalistas prevén un menor crecimiento para el 2017, esto puederevertirse a través del desarrollo de más destinos.

“Según un reporte de la Organización Internacional deTurismo, México es el séptimo país más visitado del mundo. Creofirmemente que podríamos remontar aún más, si juntos, iniciativaprivada, población, y gobiernos federal, estatales y municipales,seguimos colaborando en desarrollar los Pueblos Mágicos, ya querepresentan una alternativa a los destinos tradicionales de sol yplaya”, subrayó.

En México 111 localidades han sido denominadascomo Pueblo Mágico, con lo que reciben fondos federales, estatalesy municipales para crear infraestructura turística, y por ende,impulsar el desarrollo económico, además de que se convierten enimportantes generadores de empleo y bienestar.

De acuerdo a Ezquenazi, obtener la calidad de Pueblo Mágicopuede llegar a tener un impacto exponencial cuando se establecenproyectos sustentables que involucren a los pobladores, quepromocionen la cultura y costumbres locales, pero que ademásrespeten el medio ambiente.

Ejemplo de ello es Mineral de Pozos, localidad ubicada en elnoroeste de Guanajuato, en donde en el último quinquenio secuadriplicó la derrama económica por turismo.

Fundado en 1575, tuvo su mayor esplendor durante el siglo XIXpor sus recursos mineros; sin embargo, al paso del tiempo y con eldeclive de sus minas, se convirtió en uno de los principalesexpulsores del país, al grado de llegar a tener únicamente 20pobladores, situación que cambió radicalmente en la actualidad,pues se espera una inversión del orden de los mil 400 millones depesos que se inyectarán en los próximos 15 años.

Pero según el empresario, ser nombrado “Pueblo Mágico” noes el único paso para detonar un atractivo turístico, pues elmayor éxito se obtiene al involucrar a la población local, y quepasen a ser un protagonista del desarrollo a merosespectadores.

De ahí que en Mineral de Pozos se optó por establecer unaasociación con los dueños de los ejidos, en lugar de solocomprarlos, eso provocó su integración en los sectores dehotelería, comercio y actividades culturales. A ello, Ezquenazi lollama “un círculo virtuoso en donde todos ganan”.

Los principales ejes de la colaboración entre Gobierno,población e inversión privada en Mineral de Pozos son elfortalecimiento de la denominación de origen del mezcal de laregión, con la promoción de la siembra de Agave y el desarrollode una destilería artesanal.

El segundo eje es la restauración arquitectónica, cuyoedificio emblemático será la “La Escuela Modelo”, inmuebleque data del porfiriato, el cual se convertirá en un centroeducativo de artes, mientras que el tercer eje es el compromiso depreservar y fomentar las tradiciones prehispánicas que semantienen vivas en la zona.

Finalmente, Ezquenazi comentó que ante un panorama económicomundial que se percibe incierto, o inclusive adverso, apostar porel desarrollo de más centros turísticos, así como diversificarla oferta e incentivar el desarrollo sustentable de los PueblosMágicos es, sin duda, una estrategia que permitirá que Méxicoenfrente y triunfe ante cualquier adversidad.