El adiós de sitios emblemáticos tras la llegada de la pandemia

Lárrosoir dÁrthur, Celofán y el balneario El Texcal son algunos de los lugares que cerraron sus puertas durante esta contingencia

Jessica Arellano / El Sol de Cuernavaca 

  · sábado 16 de enero de 2021

Fotos | Archivo

Si bien la pandemia ha propiciado el cierre temporal de diversos sitios turísticos emblemáticos de Morelos, afortunadamente son pocos los que tuvieron que cerrar sus puertas definitivamente.

En el caso de Cuernavaca, el pasado 24 de mayo de 2020 los propietarios de la Lárrosoir dÁrthur daban a conocer a través de sus redes sociales que las condiciones sanitarias mundiales no ayudaron en nada, y tras tres meses de espera e incertidumbre, se tomó la decisión de ya no reabrir.

Su duelo, extranjeros, francés para ser precisos expresaron en el mensaje dirigido a sus clientes, “puede parecer muy triste, pero prefiero quedarme positivo pensando al legado de esta aventura excepcional para mí, 10 años de esfuerzos continuos para regar la cultura en la ciudad de Cuernavaca; 10 años de éxito y fracasos, de felicidad y tristeza, de incertidumbres y dudas, de subidas y caídas…”.

Este restaurante se encontraba en la calle Juan Ruiz de Alarcón, en el Centro de Cuernavaca, a unos pasos de la emblemática Catedral; un espacio visitados por habitantes de la capital, turistas, y por un gran número de artistas, además de fungir como restaurante, bar y cafetería, era un espacio abierto a la difusión de cultura, constantemente se realizaban presentaciones de grupos de música, lecturas, exposiciones y conferencias de prensa.

Actualmente una parte del inmueble que ocupaba se encuentra en renta, la otra fue ocupada por una librería.

Otro sitio que cerró sus puertas definitivamente fue la cafetería y tienda de artesanías con razón social “Celofán”, ubicada a unas calles del mismo Lárrosoir dÁrthur.

Este establecimiento nació por una cooperativa, en el cual además de brindar desayunos, comidas y café, era conocido por sus nieves, y por ser un espacio de venta de productos artesanos y de diseñadores de la ciudad, vendían bolsas, ropa, joyería, grabados y más.

Sin embargo, tras 5 años de funcionamiento, cerró sus puertas, soportó los embates del sismo del 19 de septiembre de 2017 y los trabajos de remodelación del Centro Histórico, pero no pudo con las consecuencias económicas que trajo la emergencia sanitaria.

Su cierre sin duda afectó considerablemente a artistas de la entidad, ya que también era un espacio de exposición y venta, visitado por turistas nacionales e internacionales, al encontrarse en la calle Comonfort, a dos calles del zócalo de la cuidad. Tras su cierre, el local comercial fue ocupado por una ferretería.

Por su parte en el municipio de Jiutepec, se encuentra la Reserva Natural Protegida “El Texcal”, el cual alberga en su interior un balneario con el mismo nombre, la misma crisis hizo de fuera cerrado.

El 14 de septiembre del año pasado anunciaron que reiniciarían apertura al público, pero solo con actividades para caminar, correr y dar recorridos en bicicleta al interior de las instalaciones, el balneario sigue cerrado.

La reserva fue promulgada el 6 de mayo de 1992, mediante decreto en el periódico oficial “Tierra y Libertad”, órgano informativo del estado de Morelos, por su parte el balneario, era administrado por autoridades de Bienes Comunales de Tejalpa.