La primavera, inicio de una nueva etapa, una más luminosa, una que para iniciar es necesario lograr balance energético como el que sucede cuando la Madre Tierra recibe al sol en el equinoccio. La noche dura lo mismo que el día (excepto en los polos), viajamos a lugares sagrados para recibir la luz del astro rey. Veneramos juntos el cambio de estación y nos dejamos acariciar por los rayos solares mientras que evocamos y agradecemos lo que tenemos, emulando tan solo un poco las tradiciones de las culturas prehispánicas.
Fue en la década de los 70, aproximadamente cuando comenzó el auge por llenar las largas plazas, la cima de los montículos o las pirámides de zonas arqueológicas vestidos de blanco para recibir la primavera, una costumbre que atrae desde entonces a locales y extranjeros. Lo recuerda así Yazpik Cáceres Márquez, director del Centro Cultural de la Huasteca Potosina, él detalla que, a partir de esta actividad, miles de personas acuden a sitios como los que hay en su estado: Tamohi y Tamtoc, en el municipio de Tamuin, espacios de culto en los que se estableció la cultura tének.
Tamtoc, por ejemplo, está constituido por más de 50 estructuras de 36 y 21 metros de altura, conocidos como El Cubilete y El Tantoque, respectivamente. También hay esculturas que dejaron un rastro de la importancia femenina en esta civilización, el caso más reconocido es el de la Venus de Tamtoc o la Mujer Escarificada. La pieza tiene marcas en muslos y hombros, que han sido interpretados como representaciones de vegetación o maíz, directamente relacionado a la fertilidad y fecundidad, según lo comentó para El Sol de San Luis, Juan Carlos Machinena Morales, director del Centro Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Es así como retomado el tema de la fertilidad y el nuevo ciclo que trae consigo la primavera, viajeros se trasladan a estos sitios para celebrar lo que está por venir, conjugando la historias de los antepasados con la época actual.
Mezcla de creencias
Los lugareños hacen rituales, ceremonias prehispánicas a las que asisten chamanes para hacer limpias o quitar las malas vibras; bailan danzas tradicionales como la del Rey Colorado, que celebran el inicio de la cosecha o la tierra fértil. Mientras, los turistas atraídos por el misticismo arqueológico optan por usar pulcras vestiduras y saludar al sol, con los brazos apuntando hacia el cielo. Incluso adoptan corrientes venidas de otras partes del mundo, como las que se practican en yoga y que tiene origen hindú, porque no importan las fronteras, para realizarla solo se necesita estar consciente.
“Desde el punto de vista de la filosofía yogui, el sol tiene una representación espiritual. El Surya Namaskar (del sánscrito, Surya-Sol, Namaskar-Saludo), o mejor conocido como Saludo al Sol, abre casi cada práctica de yoga. Una secuencia de 12 posturas que, coordinadas con la respiración, preparan el cuerpo para la práctica (…) Para los antiguos yoguis e hindúes, el Saludo al Sol representaba una ofrenda que corresponde a las fases y ritmos del sol relacionados con los ritmos del ser humano durante el día. Así, despierta los músculos, la mente, y el corazón, brindando energía incansable y permanente, tal como el astro mismo”, detalla Carla Torres de Vinyasa Yoga en el centro Da Yoga, en la Ciudad de México.
SIGNIFICADO
Se cree que la razón de los 108 saludos al sol deriva de que el número 1 representa a la divinidad, el 0 lo completo de la práctica espiritual, y por último, el 8, que es el infinito.
VALOR DE LA SIEMBRA
En el equinoccio de primavera, un médico tradicional tének realiza la Bendición de la Semilla para cargar energía las semillas y restablecer un equilibrio entre los humanos y la naturaleza.
TIP
Mantente hidratado, pues en sitios como la Huasteca Potosina se alcanzan temperaturas hasta de los 42°-
Tres experiencias para recibir la primavera
- Teotihuacán, Estado de México. En agencias como Mundo Joven realizan una visita a este espacio desde las 6:00 de la mañana, para estar en la “Ciudad de los Dioses” desde el amanecer. Además, finaliza con una degustación de bebidas típicas mexicanas.
- Chichen Itzá, Yucatán. En esta zona arqueológica los días 20 o 21 de marzo se realizan diversas actividades, pero de una de las más innovadoras es el espectáculo de luz nocturno en la que se asemeja la bajada de Kukulcán
- La Quemada, Zacatecas. Aquí se ubica la pirámide Votiva y a sus alrededores se realizan actividades que comienzan días antes del equinoccio. Van desde conferencias, recorridos, exposiciones artísticas y artesanales, hasta competencias deportivas.