El arte ha contribuido de forma importante en la construcción de la identidad mexicana. Sin embargo, ésta es resultado de un proceso lleno de debates en el que la Conquista perpetrada por el imperio español en 1521, ha sido uno de sus temas centrales.
Como una síntesis de las interpretaciones pláticas que se han hecho de este momento histórico, el Museo Mural Diego Rivera presenta la exposición “Sobre los huesos de Cuauhtémoc y de Hernán Cortés. Diego Rivera y el gran debate sobre la mexicanidad”, en la que se exhiben 96 piezas entre óleos, esculturas, grabados, fotografías y documentos del siglo XIX, XX y lo que va de éste.
“Esperamos que esta exposición sea un espejo para quienes vengan a verla, en el que unos aceptan su reflejo y otros lo niegan, pero que mantiene vivo este debate que nos enriquece. No sabemos si alguna vez se cicatricen las heridas, pero lo que sí es que nos hace muy originales y enriquece todo nuestro entorno y nuestra cultura”, expresó el curador de esta exhibición Luis Rius Caso, en un recorrido previo a la inauguración.
Rivera, pieza clave en el debate
Dividida en seis núcleos temáticos, la muestra toma como eje las consecuencias que dejó en Diego Rivera la controversia identitaria por los descubrimientos de los restos de Hernán Cortés y del Huey Tlatoani Cuauhtémoc en 1946 y 1949, respectivamente.
En aquel entonces se descartó que los huesos encontrados del gobernador mexica fueran los suyos, lo que causó resignación en varios integrantes de la intelectualidad mexicana, entre ellos Diego Rivera, que los calificó como traidores.
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“Rivera fue de los primeros que accedió al mundo indígena con una intención de documentarse visual y literariamente. Leyó a los cronistas e historiadores; revisó las fuentes de los códices y los estudió; hizo varios viajes, a Yucatán, toda la zona de Tehuantepec, Teotihuacán y muchos otros lugares. Tuvo un interés antropológico por saber retratar lo que corresponde a una realidad visual”, dijo el curador, quien apunta que Diego Rivera estuvo presente en todas las discusiones pictóricas e incluso filosóficas sobre la mexicanidad en la segunda mitad del siglo pasado.
La muestra presenta piezas de importancia, como el busto de Hernán Cortés hecho por el arquitecto y escultor Manuel Tolsá, que fue puesto en su tumba en el Templo de Jesús de Nazareno; bocetos del pintor Saturnino Herrán, que cambió la estética de los cuerpos indígenas; interpretaciones vanguardistas y muralistas de José Clemente Orozco, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros; las visiones de la ruptura de artistas como Vicente Rojo y Jorge González Camarena; la visión en la publicidad, principalmente de Jesús de la Helguera; y obras de artistas como Gustavo Monroy y Erik Pérez, cuyas visiones más contemporáneas muestran las crisis del México contemporáneo.
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En tanto a la pertinencia de esta muestra en el contexto de tensiones políticas entre México y España, Luis Rius Caso explicó a El Sol de México, que fue pensada para coincidir con los 500 años del asesinato del Huey Tlatoani Cuauhtémoc, sucedido en 1525.
“A propósito del contexto actual, en las solicitudes (de perdón de España a México por la Conquista) hechas por el ex presidente López Obrador y la presidenta Claudia Sheinbaum, lo que demuestra es que la conquista es una herida abierta como la que tienen varias piezas de las que aquí se exhiben. Lo que se quiere con la solicitud de perdón, es que quizá cicatricen un poco esas heridas”, finalizó el curador.
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