/ domingo 19 de enero de 2020

Armas decomisadas se convierten en arte

Las esculturas fueron realizadas por el artista Álvaro Cuevas y evocan a personajes de la literatura

Guadalajara.- Un escultor del estado mexicano de Jalisco transformó miles de armas vinculadas con actos delictivos en 21 esculturas, en la iniciativa "Impactos que dejan huella" para transmitir un mensaje de paz y conciliación. Armas cortas, largas y hasta granadas, en un total de 12 toneladas, fueron convertidas en arte para mostrar que los humanos tienen armas más poderosas para hacerse escuchar como la literatura o el pensamiento, dijo Álvaro Cuevas.

La familia de Cuevas ha pasado por diversos episodios violentos donde hubo muerte. En diversas fechas y momentos, su hermano fue agredido con un arma, algunos primos y tíos fueron asesinados.

Este infortunio llevó al escultor a plantearse la posibilidad de "limpiar" o "compensar" de alguna manera ese pasado familiar y crear a partir de ello. En 2017, cuando representantes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) lo buscaron para ofrecerle transformar miles armas incautadas y entregadas por ciudadanos, supo que esa sería la vía para lograrlo.

"Es compensarlo a través de las armas, la forma en la que codifico mi arte, es una forma de sanar, en la que voy procesando la información, una vez digiriéndola voy compartiendo mi proceso", señaló.

Cuevas, de 45 años, comenzó a tener contacto con el armamento ya deshabilitado y supo que lo primero que debía hacer era "purificarlas". Contó que llamó a sacerdotes y a curanderos quienes hicieron rituales para liberar a esos objetos de la intención con la que fueron creados o utilizados. "Las armas cuando están deshabilitadas siguen siendo lo que fueron según su destino, pero si se llega a transformar se crea un objeto y el concepto es completamente distinto, pero sigue teniendo la esencia y la intención, porque incluso muchas fueron disparadas", dijo.

Las 12 toneladas de metal comenzaron a tomar diversas formas. Animales, niños y huellas dactilares fueron el resultado de cerca de dos años de trabajo para unir cada pieza y darle un sentido. Las esculturas están integradas en tres colecciones: una de ellas muestra animales salvajes como un venado, jaguar, rinoceronte, peces y un águila que asesinan por instinto, "a diferencia de los humanos que matamos por placer", señala el artista visual.

Otra serie consiste en la figura de tres niños que sostienen en sus manos armas "tan poderosas como un pincel o un libro que pueden aflorar los talentos". La más especial fue la serie de las huellas dactilares en gran formato pues plasma casos particulares de asesinatos como la del Cardenal de Guadalajara Juan Jesús Posadas, asesinado en 1993 en esta ciudad.

Guadalajara.- Un escultor del estado mexicano de Jalisco transformó miles de armas vinculadas con actos delictivos en 21 esculturas, en la iniciativa "Impactos que dejan huella" para transmitir un mensaje de paz y conciliación. Armas cortas, largas y hasta granadas, en un total de 12 toneladas, fueron convertidas en arte para mostrar que los humanos tienen armas más poderosas para hacerse escuchar como la literatura o el pensamiento, dijo Álvaro Cuevas.

La familia de Cuevas ha pasado por diversos episodios violentos donde hubo muerte. En diversas fechas y momentos, su hermano fue agredido con un arma, algunos primos y tíos fueron asesinados.

Este infortunio llevó al escultor a plantearse la posibilidad de "limpiar" o "compensar" de alguna manera ese pasado familiar y crear a partir de ello. En 2017, cuando representantes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) lo buscaron para ofrecerle transformar miles armas incautadas y entregadas por ciudadanos, supo que esa sería la vía para lograrlo.

"Es compensarlo a través de las armas, la forma en la que codifico mi arte, es una forma de sanar, en la que voy procesando la información, una vez digiriéndola voy compartiendo mi proceso", señaló.

Cuevas, de 45 años, comenzó a tener contacto con el armamento ya deshabilitado y supo que lo primero que debía hacer era "purificarlas". Contó que llamó a sacerdotes y a curanderos quienes hicieron rituales para liberar a esos objetos de la intención con la que fueron creados o utilizados. "Las armas cuando están deshabilitadas siguen siendo lo que fueron según su destino, pero si se llega a transformar se crea un objeto y el concepto es completamente distinto, pero sigue teniendo la esencia y la intención, porque incluso muchas fueron disparadas", dijo.

Las 12 toneladas de metal comenzaron a tomar diversas formas. Animales, niños y huellas dactilares fueron el resultado de cerca de dos años de trabajo para unir cada pieza y darle un sentido. Las esculturas están integradas en tres colecciones: una de ellas muestra animales salvajes como un venado, jaguar, rinoceronte, peces y un águila que asesinan por instinto, "a diferencia de los humanos que matamos por placer", señala el artista visual.

Otra serie consiste en la figura de tres niños que sostienen en sus manos armas "tan poderosas como un pincel o un libro que pueden aflorar los talentos". La más especial fue la serie de las huellas dactilares en gran formato pues plasma casos particulares de asesinatos como la del Cardenal de Guadalajara Juan Jesús Posadas, asesinado en 1993 en esta ciudad.

Finanzas

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