México.- Una larga lista de objetos que pertenecieron a MaríaFélix como joyas, fotos, cuadros y guiones de películas muestranla intimidad de la mujer más allá del personaje que definió sucarrera cinematográfica.
Hansel Ortegón, depositario del acervo de la diva mexicanafallecida el 8 de abril de 2002, justo el día en que cumplía 88años, abrió las puertas de su apartamento en Ciudad de Méxicopara mostrar a Efe la colección que resguarda de maneratemporal.
"La que ven es la mujer íntima, la que tenía trucos, la que vamás allá de la diva, la que está en las entretelas delpersonaje", dice sobre las decenas o quizás centenas de objetos deuna de las figuras más importantes de la llamada Época de Oro delcine mexicano.
Es "espectacular" que 15 años después de su muerte,que se cumplirán el próximo 8 de abril, se le sigaextrañando, tributando y reconociendo como un personaje de tantasaristas y tanta riqueza, comenta este experto en museos de 39años.
"Como Carlos Fuentes decía: María Félix se robó el sigloXX", recuerda y agrega: "aunque ya no está con nosotros desde hace15 años, se sigue manifestando en su esencia y esplendor".
El expresidente de la Fundación María Félix recuerda quealrededor del 20 % de la herencia de la Doña fue vendida en 2007en una subasta de la casa Christie's de Nueva York y el resto seconservó en sus casas.
"La María real, cotidiana, la de las virtudes, la de lasmanías, la María terrenal es la que quedó en sus casas; estamoshablando de un 80 % de objetos plagados de historia", resalta.
En las paredes del apartamento de Ortegón cuelgan cuadros delpintor francés Antoine Tzapoff, el último compañero sentimentalde la diva mexicana, y una pintura irlandesa del siglo XIX que leregaló su hijo, el fallecido actor Enrique Álvarez Félix(1935-1996).
También hay fotografías, libros, guiones de películas conanotaciones de su puño y letra, joyas de plata, pañuelos de linoy fundas del mismo material marcadas con las iniciales MF.
Un sillón decorado por la madre de María Félix, una pinturade la actriz con su hijo y bocetos de la vestimenta que utilizó enalguna película española se acomodan entre los muebles de losabuelos de Ortegón.
"Te acostumbras a vivir con ciertas cosas y de determinadamanera; no podría vivir sin los objetos", señala este hombre queconvirtió su casa en un pequeño museo y ha dedicado los últimoscuatro años de su vida a promover la imagen de María Félix.
Experto en instituciones culturales y casas de subastas,Ortegón fue invitado para asesorar a los herederos de la actrizmexicana y acabó enganchado por el personaje.
Su historia con la Doña, cuenta, es "muy compleja y de muchasaristas y afortunadas coincidencias".
María Félix, que participó en casi medio centenar de cintas,jamás pensó tener un museo, pero en un futuro habrá un recintoque preservará sus objetos para las futuras generaciones, diceOrtegón, quien ya ha facilitado el acervo para exposiciones sobrela actriz.
"María estuvo muy consciente de que su propia colección seconformaba de otras colecciones; se le conoce como actriz, comodiva, como musa, pero su faceta de coleccionista no es poca cosa",agrega.
María de los Ángeles Félix Güereña, quien nació el 8 deabril de 1914 en Álamos, en el noroccidental estado de Sonora,participó en películas en México, España, Argentina eItalia.
Se le conocía como La Doña a raíz de su personaje de "DoñaBárbara" (1943) y también le llamaban "María bonita" por lacanción que le escribió Agustín Lara como regalo de bodas.
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