Madrid, España.- El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta una exposición de 17 obras del estadounidense Robert Nava, a quien se le asocia con el término ‘bad painting’ (“mala pintura”) por ser autor de piezas que “desafían los cánones clásicos del buen gusto”, según explica el recinto.
Esta es la primera muestra monográfica del artista que se presenta en un museo con una selección de piezas de gran formato, entre las que se encuentran ‘Volador con castillo a la espalda’ y ‘Tormenta en el río Rojo’, las cuales se podrán visitar hasta el 22 de septiembre.
Las obras que forman parte de esta exposición pertenecen a su producción más reciente, entre 2019 y 2024, periodo en el que su pintura se caracteriza por ser “más pictórica, rica y vigorosa”, con rasgos “en cierto modo infantiles”, en las que se invita al espectador a meditar sobre la pérdida de la inocencia y su recuperación.
Aunque es criticado por muchos expertos y críticos especializados, muchos coleccionistas buscan sus obras y pagan altas cifras por ellas
Entre las referencias del artista se encuentran el arte prehistórico y egipcio, la cultura precolombina, los dibujos animados y los artistas Jean-Michel Basquiat y Cy Twombly.
Robert Nava comenzó a interesarse por el arte y a pintar de manera académica a edad temprana, obteniendo en 2008 el título de Bellas Artes en la Universidad de Indiana, y en 2011 estudió un Máster en Bellas Artes en la Universidad de Yale.
Actualmente, su obra forma parte de las colecciones del Musée d’Art Moderne de París, el Art Institute de Chicago, el Institute of Contemporary Art de Miami, el Museum of Contemporary Art de San Diego, el Museum of Fine Arts de Houston y el Zuzeum Art Center de Riga, y ha sido expuesta en varias muestras individuales en ciudades como Londres, Nueva York y
Seúl.
Amado por unos y odiado por otros
Aunque el artista es criticado por muchos expertos y críticos especializados, al mismo tiempo muchos coleccionistas buscan sus obras y pagan buenas cifras por ellas.
Como dice Nate Freeman, de artnet, Nava hizo su debut en una subasta en Phillips, donde se estimó que The Tunnel (2019), una pintura de los ojos rojo sangre de un monstruo, se vendería por entre 40 y 60 mil dólares, aunque al final pagaron por ella 162 mil 500 dólares.
“En los meses siguientes -detalla Freeman- su representación de un Power Ranger transformador generó 124 mil 195 dólares. Una representación suelta de un ángel se vendió por poco más de 110 mil, y una pintura de un niño montando una serpiente gigante recaudó 100 mil dólares”.
Y lo más impresionante fue que todo eso ocurrió antes de que Nava debutara en dos de las galerías más renombradas.
Entre sus referencias se encuentran el arte prehistórico y egipcio, la cultura precolombina, los dibujos animados y Jean-Michel Basquiat
“Nava tuvo una exposición con entradas agotadas en el lujoso espacio de Pace en Palm Beach, donde sus obras tenían precios de entre 35 mil y 50 mil dólares. Luego tuvo su primera exposición individual en Nueva York en el nuevo espacio de Vito Schnabel en Chelsea”.
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“En los últimos meses -añade el experto- cuando les dije a curadores, marchantes y críticos que estaba perfilando a Robert Nava, muchos quisieron saber por qué, pues en su opinión, otros artistas, sobre todo aquellos que no hacían interpretaciones toscas de los Power Rangers, eran mucho más dignos de atención. Un asesor me dijo que nunca venderían esa “basura” a sus clientes, y otro dijo cosas no imprimibles sobre las personas que compraban los cuadros de Nava”.
Sin embargo, como apunta Freeman, todos los mencionados se hacían la misma pregunta: “¿Cómo alguien que está en un viaje hacia el fin del gusto se convierte en el artista joven más buscado del mercado?”.