Con aplausos fue despedido el dramaturgo, creador y gran impulsor de la cultura en Baja California, Ángel Norzagaray Norzagaray, fallecido el pasado lunes, dentro de lo que fue uno de los sitios que más amó, en el Teatro del Estado.
La tarde de este miércoles se realizó el acto de reconocimiento en el vestíbulo del Teatro del Estado, y al que acudieron decenas de personajes del ambiente artístico cultural, entre estos, la alcaldesa Norma Bustamante Martínez.
Posterior a la misa realizada en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, las cenizas del dramaturgo fueron trasladadas a manos de su propia esposa, Paola Flemate, donde fueron recibidas con las notas de violín de Antonio Malavé y con aplausos de reconocimiento al gran aportador a la cultura de Baja California.
La primera en tomar la palabra fue la secretaria de Cultura del estado, Alma Delia Ábrego Ceballos, quien describió a Norzagaray Norzagaray como un amigo querido, entrañable, señalando que todos tienen historia con Ángel algunas muy públicas, otras no tanto.
Ha dejado un legado importantísimo en las artes y cultura de BC gran impulsor de los centros estatales de las artes, con un gran sentido del humor, agudo y fino como la punta de cristal, aseveró.
Después de escuchar la larga trayectoria del homenajeado, entre las que se incluye la autoría de innumerables obras, tocó el turno al micrófono de la alcaldesa, la también dramaturga y poetisa, Norma Bustamante Martínez, ataviada totalmente de negro, su cubrebocas no pudo cubrir la consternación que le embargaba en ese momento.
Esta ciudad ha perdido a uno de sus hijos, si bien nació en el Rosario, Sinaloa, aquí vivió una gran parte de su vida, y realizó su labor profesional, con la voz quebrada, agregó que sus obras quedarán como legado.
Heriberto Norzagaray, hermano del hoy fallecido, acudió al rescate de la alcaldesa que hasta ese momento no pudo ya decir palabra, y agradeció a los presentes, y recordó a Ángel como una persona con un gran sentido del humor, que nada se tomaba en serio, reía a carcajadas como un niño.
También profesó un gran amor a la presidenta municipal y a todos sus compañeros, con gran consternación agregó, “un día nos volveremos a ver y allá haremos teatro”, reconociendo que ha llorado y en la intimidad llorará como quiere llorar.
Ya más recuperada, Norma Bustamante añadió que “fue un hombre que quiso mucho a Mexicali, por eso el nombre de Mexicali a secas”.
Al final, el también ex vicerrector de la UABC fue despedido por los asistentes quienes se levantaron de sus sillas para dedicarle un gran aplauso, y posteriormente se realizaron las guardias honor, la primera conformada por su hoy viuda, Paola, la alcaldesa Norma Bustamante, la secretaria de Cultura y el subsecretario de Cultura.